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Rubius habia estado cabalgando junto a Farfadox por al menos una hora completa, ambos caballos parecían cansados y las heridas que traía consigo el hibrido de oso solo dolían mas a cada galope que daba el corcel.

— ¿Falta mucho para llegar a los portales o nos hemos perdido?. — Se animo a preguntar ante la idea de estar perdiendo tiempo en este mundo.

— Ya falta poco. — Respondió secamente el caballero de Netherite.

— Vale, ¿Y como es que conoces a Shadoune? Nunca habla de ti cuando esta en casa. — Rubius volvió a indagar, buscando distraerse de sus dolencias parte de querer comprender que parentesco tenían.

— Si no lo menciona será por algo, no tengo por que darte detalles de mi relación con el francés.— Nombro nuevamente con el mismo tono seco e incluso altanero.

Tsk.. con este tío no se puede hablar... — Añadió Rubius entre dientes. — Vale, de seguro se avergüenza de tener un hermano como tú.

Aquel noruego espetó con veneno en sus palabras, cosa que no le hizo mucha gracia a Farfadox quien de inmediato paró en seco su caballo para girarse a ver al español.

— Cerrá el orto chupapijas, que vos no conocés nada de mi. Si estoy aquí es porque ustedes no pudieron manejar la situación como adultos. —

Nuevamente el argentino explotó en insultos contra del híbrido mientras lo señalaba con el dedo índice.

Por su parte Rubius se detuvo de igual forma para mirarlo con una expresión de hartazgo, tal vez no era el momento para andar con bromas con el recién conocido.

— Vale, ya cierro la boca. Pero date prisa que no tenemos todo el día, joder. — Añadió.

Farfadox nuevamente pareciendo recordar el propósito de toda esta aventura en la que se había embarcado, soltó rienda a su caballo para ir a todo galope, dejando a propósito atrás a su contrario que trato de inmediato seguirle el paso.

Pues el argentino no mentía del todo, los portales solo quedaban a menos de un kilómetro de distancia.

Llegarían a su destino justo en al atardecer.

¡🌱!

Mientras tanto, en el mundo de "Minecraft Extremo" se podía ver el atardecer aproximarse, la inesperada visita de Vegetta traía consigo la necesidad de explicarle con lujo de detalle lo que había pasado en las últimas semanas con su hijo y esposo.

Ahora mismo estaban sentados en la sala de la base, Vegetta junto a Shadoune mientras Missa en la habitación aledaña que era la cocina, preparaba unos pequeños bocadillos como los que había llevado a la "Cena Romántica" para Spreen, pero que al final nunca pudieron ser comidos.

— Bueno, la situación actual es que ambos están fueras, no hemos visto desde ayer tanto a Spreen como a Rubius. De tu esposo se donde puede estar, pero de tu hijo, me parece que se ha escapado. — Explico el francés.

Vegetta solo escuchaba atento todo el relato que le daba su contrario, ahora estaba enterado del secuestro de Quackity, sin embargo, Shadoune había omitido toda la parte en donde Spreen se había comportado como un patán con el chico máscara de calavera.

ᴇɴᴛʀᴇ ᴇʟ ᴅᴏʟᴏʀ ʜᴀʏ ᴀᴍᴏʀ |ᴍɪssᴘʀᴇᴇɴ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora