Entre Líneas © [Borrador]

Capítulo 13 | ¿Quiénes son Los Silenciosos?

Observo de pie por la ventana en una habitación decorada y ordenada de la mejor manera solo para mí cuando en realidad, ¿de qué sirve que tenga todos los lujos y cómodos muebles si estoy encerrada en ella? Encerrada como un roedor, no, cómo Rapunzel. No tenemos diferencia, ella estuvo encerrada en esa torre y ahí no le faltaba nada, a excepción de que lo único anhelaba su energético y alegre corazón era la libertad.

¿Quién quiere estar encerrada en una habitación ostentosa con todo lo que quiere a su disposición solo con pedirlo a las empleadas, cuando existen muchas cosas grandiosas por descubrir allá afuera? Desde luego que yo no.

Odio que me encierren cómo si fuera un peligro para la sociedad.

El encargado de todo esto es nada más y nada menos que Drystan Polkov, mi prometido falso y la persona que logra hacerme enojar en simples segundos. ¿Por qué me encerró? No tengo la menor idea. Desde que llegamos de la emboscada por parte de no se quien, Drystan se bajó de la camioneta y luego le ordenó a sus hombres despreocupadamente que me encerrarán en está habitación. Intenté por todos los medios que eso no sucediera, pero fue en vano. Sus hombres son gorilas mutados junto con la Roca que, obviamente yo quedé siendo una hormiga a sus lado.

Desde que he estado en esta habitación me he estado preguntando, ¿por qué me encierra? ¿Cuál es el motivo de o para mantenerme presa en una habitación? Realmente no entiendo. Y tampoco se quién o quiénes fueron los encargados de la emboscada en esa calle ayer, fueron 2 emboscadas en minutos diferentes. El motivo era claro, me querían matar, ¿pero por qué? ¿Podrían haber sido hombres de los enemigos que quieren quitarle la mafia y todo su poder a mi padre y al padre de Drystan? ¿O serían otras personas con malas intenciones que querían atentar contra mí vida? Debo recordar que muchas personas me conocen, tanto en el mundo famoso como en el bajo mundo, queda demasiado obvio que hay demasiadas fuentes que quieren eliminarme del mapa.

Pero presiento que si Drystan me encerró en está habitación protegida por más de 5 hombres rondando el pasillo quiere decir que de algo me protege. Pero, claro, no me dirá de qué me protege hasta que seguramente mi padre le dé el permiso. La última en enterarse de las cosas siempre soy yo.

Puedo persuadir a Drystan para que me diga lo que necesito saber. Cuando le toque su berenjena ayer en la cafetería pude darme cuenta que por su expresión y actitud defensiva hacia mí después de eso, tiene un punto débil. Si, el frío hombre con el cual me voy a comprometer tiene un punto débil.

Y aprovecharé eso a mi favor.

Por unos segundos más me mantuve observando por los grandes ventanales de la habitación hacia afuera, dónde muchos hombres de gris se mantienen en guardia alrededor de la mansión, moviéndose de un lado hacia otro. Todos llevan armas en manos, listos para cualquier ataque imprevisto. En sus rostros no se encuentra ninguna expresión, iguales a su jefe.

Parpadee quitando la mirada de esos robots para mirar hacia el cielo cubierto de nubes grises dando un ambiente tenso, igual que en esta mansión. Todo aquí se siente muy sombrío y tenso. ¿Qué se puede esperar? Es igual a su dueño.

Estar encerrada en una habitación amplía, cómoda y llena de lujos por todas partes no es una opción. No, señor, claro que no.

Suspiré y me di la vuelta, la oscura soledad inunda toda la habitación. Baje la vista hacia la ropa que llevo puesta, un buzo holgado que me llega hasta un poco más abajo del trasero color gris con el las palabras Nike en el centro en negro, un pantalón negro arriba de los muslos con bolsillos acampados a mis costados de color negro junto con el logo de Nike en ellos, y unas medias negras Nike.

Desbordo Nike por cualquier parte.

Este atuendo fue el que me entregó una empleada minutos después de haberme encerrado los hombres de Drystan, me dijo que utilizará esto para mejor comodidad. Me encontraba muy enojada en esos momentos, quise restregarle esa ropa en la cara a Drystan y decirle que yo no necesitaba nada de él, no pude, me controlé y la acepté. ¿Qué más podía hacer? Él no me haría caso, y no tengo nada de mis pertenencias aquí, ni siquiera mi identificación personal. Soy una persona sin identidad en esta ciudad.