Capítulo 26 | Familias enemigas.

1.3K 85 21
                                    

Los rayos soleados se cuelan en mi nueva habitación, mis párpados se abren y lo primero que veo es la mesa de noche con la lámpara encima

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los rayos soleados se cuelan en mi nueva habitación, mis párpados se abren y lo primero que veo es la mesa de noche con la lámpara encima. ¿Qué hora es? Me paso una mano por el rostro y luego me impulso para recostarme en la cabecera de la cama, agarro mi celular de la mesita y reviso si hay algún mensaje, pero no encuentro nada.

Lo que sí recuerdo son las palabras que dictaminó mi padre después que el doctor se retiró de la mansión al culminar de atender a mi tío Lancelot.

—Esto será lo que sucederá de ahora en adelante para nuestra familia. El que todos ustedes que son mi familia hayan huido de la antigua mansión y yo haya escapado de la cárcel, los declaró directamente como cómplices de mi escape y por ende todos somos buscados por la policía ahora. Ya no más tener doble identidad, ya no más estar presente aquí en este mundo, ya no fingiremos ante las cámaras. Desde este momento ustedes pueden hacer lo que quieran hacer porque tienen al Boss de la mafia francesa como su protector, yo les doy el permiso de enloquecer Francia a como se les dé la gana, sin límites ni barreras. Yo no tendré piedad por los que me traicionaron, volveré de lleno a la mafia con el único objetivo de hacer que todos mis subordinados, aliados y enemigos sepan que el que me metió a la cárcel cavó su propia tumba porque me voy a dar a conocer ante todos igual que ustedes. Yo seré el Boss de la mafia francesa y ustedes los hijos del Boss de la mafia francesa.

Somos buscados por todos lados, en todas las noticias están nuestros rostros como principal figura. Mi padre por ser un criminal y nosotros por ser sus cómplices ya que huimos de la antigua mansión y la policía relaciona nuestra desaparición con el escape de mi padre, pero no tienen evidencia certera que deje en claro lo que ellos aseguran.

Mi padre no mencionó nada del señor Louis o su hijo, o bueno, a mi no me han dicho nada de lo que se dijo ayer en la sala. Lo poco que sé es que echaron a los dos de la mansión, el motivo es bastante claro, traicionaron a la familia Kosoda. Sin embargo, como conozco a mi padre, estoy segura de que si los echó es porque no es muy cierto lo que se habló en la sala ayer, dado que el resto de los cuerpos de los Polkov estarían en pedacitos justo ahora y no lo están. Creo que el señor Louis dijo algo que hizo dudar a mi padre y lo retuvo de matarlos ayer mismo.

Realmente no lo sé, solo son teorías mías.

Me salgo de la cama con unos ánimos de la mierda, camino hacia el baño como un zombie y cuando estoy dentro del cuarto de baño me asusta mi reflejo en el espejo. El cabello desgreñado, unas sombras oscuras bajo mis párpados, los labios resecos y la piel más pálida de lo normal. Parezco un muerto. No me gusta mi apariencia ahora mismo.

Para volver a cobrar vida me doy una ducha fría, lo más fría posible para extraer ánimos de donde no los tengo. Salgo del baño y me dispongo a vestirme con prendas casuales, sin ser muy extravagante.

Bajo las escaleras y me encuentro a los chicos hablando a unos pasos de mi.

—Hola, chicos. —los saludé, no muy alegre.

Entre Líneas © [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora