Capítulo 15 | ¿Es una despedida de soltera?

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1 día después

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1 día después.

—¡Midanle la cintura!

—¡Midan sus brazos!

—¡Quiero medidas de todo su cuerpo ya, tenemos este día para tener su vestido de bodas listo! ¡Muevan el culo o el señor Polkov hará que nuestras cabezas no aparezcan mañana!

Los gritos de todos estos estilistas, diseñadores y no se que más, me tienen harta hasta el cansancio, mis oídos piden a gritos salir corriendo de aquí, pero no lo puedo hacer. No puedo irme sin mi precioso vestido de bodas.

¡Qué increíble! El sarcasmo no puede faltar.

Justo como dijo mi padre en nuestra última conversación, dónde hubo de todo, 4 días después donde estuve en un pueblo de Alsacia con Drystan, me encuentro en mi habitación con personas desconocidas que dicen ser profesionales contratados por mi querido suegro, Louis Polkov. A todos ellos los contrató especialmente para que vinieran a hacerme medidas de mi cuerpo y encontrar el vestido perfecto para mí tan anhelada boda con el simio ese de su hijo. No pude negarme, no tenía la elección, todo por la familia Kosoda.

Me resigné y deje que hicieran conmigo lo que quisieran. Con los brazos extendidos al aire y en posición de Jesucristo en la cruz. En varias ocasiones tuve que fingir una hermosa sonrisa de enamorada porque me iba a casar con un hombre sumamente importante y que muchas desearían estar en mi lugar, pero en otras solo dejaba de fingir esas estúpidas sonrisas de mierda y miraba a todos como en realidad quería hacerlo. Me mantenía con el rostro serio, sin mucho preámbulo, ellos estaban aquí para hacer lo que se les ordenó, no tenían la culpa de mis problemas personales, ni el porqué pagar por ellos.

Mi padre seguramente ya sabía que estas personas venían hoy para acá, claro, él siempre sabe todo, pero me miente en la cara. Con él no he hablado ni lo he visto por la mansión desde hace 5 días, mis hermanos volvieron a sus trabajos como normalmente solían hacerlo, pero a diferencia de que, ya no está la misma confianza con mi padre. Al llegar me dijeron que los 2 hablaron con mi padre como personas normales. Hubo unas cuantas discusiones, pero lograron razonar. El de las últimas palabras fue Raden.

Hace un rato dormí con los dos en la habitación de Raphaël, me dieron su apoyo en silencio y acariciaron mi pelo hasta que cerré los ojos y pude descansar plenamente, con mis hermanos protegiéndome.

De Drystan y su padre no he sabido nada, nada de nada desde hace unas horas cuando aterrizamos en el aeropuerto.

—¡Listo! —el gritó de la rubia vestida de Victoria Secret, me espantó e hizo que dejara mis pensamientos a un lado—. ¡Lo tenemos! ¡Tenemos todas sus medidas y el vestido perfecto! —más que fascinada, cómo si por primera vez le hubieran dado su primer caramelo, con la computadora en la mano derecha y los lentes traspasando sus ojos, sonreía genuinamente y tirando besos con la mano izquierda por toda la habitación—. ¡Gracias, hijos míos, lo pudimos lograr! ¡Merecemos un Oscar por encontrar un vestido de novia en un día! ¡Él joven Polkov no nos cortará la cabeza y la podremos tener para mañana! ¡Dios, estoy muy feliz, que vivan eternamente los diseñadores como nosotros!

Entre Líneas © [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora