Habían pasado un par de días desde la discusión con Adler, habíamos comido fuera, todos juntos, pero en vez de en un restaurante, comimos en una pizzería. Hanne tomó rumbo a la casa de Luke con él y con Jakob. Adler prefería quedarse en su casa y yo tenía cosas que hacer. Si, la chica sin vida tenía tareas.Estábamos caminando tranquilamente por las calles para ir a su casa, el silencio entre nosotros dos no era incómodo, habíamos hablado bien desde que discutimos, ni contestaciones mías cortantes, ni suyas. Habíamos hablado de cualquier cosa en el camino pero ya no sabía que decir, mi cabeza se quedaba pensando en las cosquillas que sentí cuando me limpió las lagrimas y eso no me lo podía sacar ni un minuto de la cabeza, cuanto más recordaba ese momento, más cosquillas me producía el estómago.
— ¡Gilipollas!
Me volteé rápidamente hacia Adler, este me tenía agarrado del brazo y miraba hacia un auto que conducía a una velocidad bastante rápida de lo normal, o al menos para estas calles. Mi corazón latía al mil, ¿por que me tenía del brazo? ¿Por que insultaba a ese coche?
— Lo siento si te asuste, ese coche casi te atropella.
— ¿En serio?
Asintió contándome todo mientras volvíamos a retomar el camino. Al parecer íbamos a cruzar la carretera que tenía el semáforo en verde, cuando un coche pasó a una velocidad ilegal, saltándose el semáforo en rojo y si no fuera porque él me agarró del brazo rápidamente y me atrajo hacía el, habría tenido un accidente muy grave o habría muerto. Agradecí que me hubiera salvado y le mentí diciéndole que tenía bastantes cosas en la cabeza sobre pinturas y no me di cuenta del coche, no iba a decirle que estaba pensando en lo que él me causaba.
Llegamos a la casa y lo vi suspirar pasándose una mano por la frente, tenía calor y yo también, por ello, subí a mi habitación a coger ropa fresca y me metí al baño a darme una buena ducha de agua fría. Deje la ropa encima del inodoro y me quite la ropa metiéndola al cesto de ropa sucia, estaba toda sudada, me metí a la ducha y encendí el agua. Me destensé cuando las gotas de agua cayeron por mi piel ardiente, refrescándola, estaba a punto de echarme el jabón cuando escuché que alguien entraba al baño. Inconscientemente me tape con mis manos a pesar de que por la cortina no me podían ver, pero saqué mi cabeza y vi a Adler mirándose en el espejo.
— ¡Adler!
Ni siquiera me miró cuando le llamé, su cabeza se movía como si estuviera escuchando algo, lo confirme cuando vi sus auriculares puestos en sus oídos, sonrojada al mil cogí mi camisa fresca y se la tire a la cara. Este instantáneamente me miró sorprendido, le señalé la cortina dándole a entender que me estaba duchando y que él no podía estar ahí, en cambio Adler me devolvió la explicación con una sonrisa divertida, cogió su móvil parando la música y se quitó los auriculares.
— ¿Por que no mejor, me meto contigo que también estoy sudado y pensaba ducharme para gastar menos agua? — dijo en un tono de burla.
— ¿Que? ¡No!
Sentía como mi cara se sonrojaba más de cómo estaba, por su parte soltó una carcajada y se fue del baño volviendo a escuchar música. Seguí duchándome tranquilamente y al terminar de enjabonarme salí de la ducha poniéndome una toalla en el pelo y otra alrededor de mi cuerpo. Estaba a punto de empezar a secarme rápidamente cuando vi que mi ropa no estaba donde la había dejado, la busque por todas partes y no se me ocurrió otra cosa.
— Adler.
Salí del baño rápidamente tapándome lo mayor posible mi cuerpo, fui a su habitación y toque la puerta, escuché como decía adelante y pasé. Tal y como había pensado estaba con mi ropa en su mano, sonreía divertido y me miraba con una ceja alzada.
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Shirley
Mystery / Thriller"Más vale diablo conocido que uno nuevo por conocer" se suele decir, ¿no? Encontrarte sin nada cuando lo tenías todo en una persona, puede pasar mala factura. Cuando Shirley conoce a dos personas, su vida da un giro de ciento noventa grados. ¿Será...