Shirley

XII

Luke, Jakob, Hanne y yo habíamos comido arroz chino, era la primera vez que lo probaba y sin duda podía decir que era mi comida favorita, Luke lo había pedido para que lo trajeran a la casa así que no tuvimos que salir a ningún lado. Estábamos agotados del día anterior por lo que nos despertamos bastante tarde y no desayunamos, Luke había dormido en una habitación de invitados y Jakob en otra.

Nos habíamos dedicado desde que nos despertamos a darles de comer a los violadores del sótano, intentamos sacarles información pero fue inútil ya que ninguno se atrevía a hablar. Decidimos sacarles información cuando reuniéramos a todos y así poder chantajearlos más fácil.

La persona que no había bajado en todo el día era Adler, eran las cinco de la tarde y él ni siquiera había bajado para comer, eso me parecía raro pero su hermana supuso que estaba dormido. Por el contrario, confirmamos que no estaba dormido cuando escuchamos golpes en la habitación, mi corazón se aceleró de mala manera al escuchar esos golpes fuertes, estaba decidida a ir pero Hanne me paró antes para decirme que ella iría a hablar con él.

Acepté porque ella era su hermana y lo conocía mejor que yo aunque seguía muy preocupada, Luke, Jakob y yo nos habíamos quedado en el salón, estábamos jugando al parchís mientras yo mataba a Luke cada dos por tres.

— ¡Ja!

Este gruñó mirándome de mala manera, sonreí victoriosa cuando quede la primera y Luke el último.

— ¿A Luke se le da algo mal? Hoy llueve.

El aludido se cruzó de brazos y nos pidió una revancha mientras hacíamos tiempo para la actividad de hoy.

Hoy teníamos que entrenar a ciegas, pero Luke nos aseguró que no era un entrenamiento de movimiento, ni de saltar ni de correr, solo había que moverse alrededor de una persona con los ojos vendados y que esta persona con el sentido del oído te pillara. Según el, esa cualidad era perfecta para los momentos en los que tenías que capturar a alguien y su casa estaba oscura y tenebrosa.

Me contó que una vez para capturar a una pareja mala, estos sabían que Luke iba a por ellos y apagaron todo para que no les encontraran, pero Luke con el sentido del oído y su concentración los pilló en menos que canta un gallo. Jakob aseguró que no fue para tanto pero este le sacó el dedo del medio diciendo que si volvía a repetir eso le mandaba diez repeticiones del circuito de entrenamiento.

Comenzamos la revancha hasta que vimos a Hanne bajar con Adler, este tenía una expresión que nunca había visto, estaba serio como nunca, tenso y lo peor es que tenía los ojos rojos, ¿había llorado?

Íbamos a seguir jugando porque no era la hora de irnos todavía pero Hanne le dijo a Luke si podían hablar un momento. Mi preocupación aumentó ya que, golpes en la habitación de Adler, que Hanne vaya con él y bajen los dos uno más serio que el otro, me preocupaba, pero que Hanne le pidiera a Luke hablar era más preocupante. Este se quejó porque como bien decía el, quería partirle el culo a Jakob, pero no le quedó mas remedio que salirse de la partida para ir con Hanne. Adler se sentó al lado del chico callado, seguíamos jugando pero la mirada del hermano de mi mejor amiga estaba perdida en algún punto del salón, no me había mirado desde que había bajado y eso me sentó bastante mal. Conseguí ganarle de nuevo a Jakob pero no me puse feliz por ello, mi mente estaba en Adler y su seriedad, parecía que le había pasado algo grave y que era obvio que no iba a contar nada, al menos no hoy.

Quería acercarme a él y decirle que a pesar de todo yo iba a estar siempre con el, pero preferí darle su espacio. Después de unos tres minutos más o menos volvieron Hanne y Luke. Adler se levantó del sofá y miró a Luke, este asintió dándole unas palmadas en el hombro y se dirigieron a la puerta. Nos indicaron que ya era la hora del entrenamiento por lo que Jakob y yo nos levantamos del sofá y salimos de la casa.