ㅤ⠀ ⠀ㅤ⠀ ⠀𝙀𝙉 𝘿𝙊𝙉𝘿𝙀 Freya Henderson junto a su equipo especializado tienen que rescatar a Ashley Graham, además de al desaparecido Leon S. Kennedy en España.
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━━ Géneros: Acción, suspense, terror, romance & drama.
━━ Es...
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ㅤ⠀ ⠀ ㅤ⠀ ⠀ ㅤ⠀ ⠀ ㅤ⠀ ⠀ ㅤ⠀ ⠀ SILENCIO. TODO LO QUE HABÍA ERA UN COMPLETO silencio, exceptuando los sonidos de bajo volumen que salían del pobre muchacho arrodillado junto al cuerpo mutilado de quien fue su amigo.
Era una pesadilla, no podía estar pasando otra vez. Se estaba repitiendo el incidente de la mansión, aquello que tanto miedo le daba a la castaña se estaba reflejando en aquel castillo. Farley Stephano había muerto, uno de sus compañeros con los que pasó varios años de su vida en conjunto, entrenando y yendo a misiones de todo tipo, a quien consideraban familia.
¿Era Umbrella ahora quién tenía la culpa?
Leon y Gareth, dos personas relacionadas con esa farmacéutica, una más que la otra. Pero no tenían la culpa, de eso estaba segura. Esto era obra de una persona retorcida, con una mente perversa que tal vez obtuvo ayuda de la corporativa que había ido a pique. Iba a destrozar al responsable de todo esto, tal y como prometió a Redfield hacer años atrás.
Saddler.
Se aseguraría de no olvidar ese nombre.
El pasado siempre la perseguiría, después de esta muestra tan cruel que tomó la existencia de un ser cercano, no tenía dudas algunas. Estaba ligada de mala forma a las catástrofes biológicas, a los monstruos y virus, a la muerte en sí.
─── Tenemos que movernos.─── El único que se atrevió a hablar fue el moreno, limpiándose una lágrima de la mejilla.
La muchacha asintió con la cabeza tan solo, acercándose con temblor al médico. El adverso se aferraba a la figura de quién antes formó parte del grupo, negándose a la realidad, una muy fuerte realidad. Colgándose al hombro la escopeta ─tenía una cinta para ello─, esperó unos segundos. El equipamiento de Farley era importante, debían llevárselo, pero hacerlo parecía de no tener corazón.
─── Gareth...
─── Lo sé.─── Susurró, alejándose por fin.
El rubio no tocaría nada de él, pero sí aceptaría si le daban algo que le pertenecía. Simplemente era respeto, por ello solo observó como la joven registraba los bolsillos, tomaba las armas y pasaba todo lo que portaba a Rood. El heterocromatico guardó en sus bolsillos extra la munición, agarró la pistola con silenciador pero rechazó el lanzagranadas cuando se le fue extendido. Demasiadas armas para llevar una sola persona, así que la castaña cambió de dirección, ofreciéndoselo al otro chico, quién dudoso, tomó aquel objeto tan peligroso.
