El Juicio

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Narra Marcus:

—Señor Marcus aquí tengo lo que me solicitó investigar —el me lo extiende y lo agarro.

Le pedí que me investigara al supuesto padre de Ámbar para entender a qué tipo de escoria me enfrento. Comienzo a leer entendiendo más la situación. Resulta que si es su padre biológico pero abandonó a Alba para estar casado con la heredera de los Donovan pero la mujer es infértil y el está desesperado en complacerla ya que es un adictos los juegos de azar apostando dinero y quiere manipular su fortuna, es un maldito desgraciado. Por dinero abandonó a Ámbar y a su madre. Lanzo exasperado el informe en la mesa.

No tiene escrúpulos...

Unos toques llaman mi atención y vocifero que pase abriendo la puerta de vidrio mi secretaria.

—Con permiso, Señor le ha llegado un correo —me lo da en la mano y se retira.

—¿Qué es señor? —al abrirlo confirmo mi sospecha.

—Es una invitación al juzgado por la custodia de Ámbar, lo hizo ese imbécil... —trato de digerirlo lo mejor posible confiando en que no me quitarán a Ámbar.

—No se preocupe Señor, déjemelo a mí —menciona Alex y no sé que trama.

Luego de un mes...

Estamos en la corte suprema de la ciudad, estamos con Rick que me defenderá y Edward me apoyará siendo mi testigo, al igual que Alex y Martha. Ámbar con au hermoso vestido azul cielo y una blaze blanco, que parece una muñeca de porcelana, capta mis ojos al mirarla asustada apretando mi mano.

—No tengas miedo, nadie nos separará, lo prometo.

—Lo sé papi —me sonríe y entramos.

Hay varias personas entre ellas... ¿Qué hace mi madre aquí? Tiene el descaro de venir luego de lo que me hizo. No puede ser más descarada y maligna.

Flashback.

Este hombre llega a mi empresa pero seguridad no lo deja pasar causando alborotos en el primer piso. Bajo junto con Alex por el ascensor, al abrirse camino unos metros observando como pelea este mentecato con los guardias que con sólo verlo pierdo los estribos.

—Deténganse —les ordeno y lo sueltan arreglándose el saco y su corbata.

—¿Qué haces en mi empresa?  —voy directo al grano.

—¡Tengo que hablar contigo, podemos llegar a un acuerdo!

—Y yo no tengo nada que hablar con usted, así que te puedes regresar por donde viniste —tengo intenciones de darle la espalda para irme pero.

—Mi hija no va a ser feliz contigo y mucho menos al saber que tus padres no la quieren en tu vida —me menciona.

—¿De qué estás hablando? —no puedo ignorar lo que dice.

—Tu madre fue quién me dijo dónde localizarte y me explicó que mi hija no es bienvenida en tu familia y que sólo es un tipo de diversión para ti —al escuchar eso no puedo articular nada de mi boca, no puedo creer que mi madre haya llegado tan lejos.

—Te lo diré una sola vez para que te lo grabes en ese cerebro de medio uso que tienes —se molesta —¡yo amo a mi hija y ni tu ni mis padres lograrán arrebatármela, la defenderé con mi vida si es posible y no te quiero ver cerca de ella, ¿me entendiste?—termino la conversación marchándome sin antes decir —O yo mismo te haré ver el infierno —entro al ascensor y antes de cerrarse veo como lo sacan.

Fin de Flashback.

Nos sentamos en nuestro respectivos lugares quedando a nuestra derecha el bastardo que quiere quitarme a mi hija muy confiado. Lo fulmino con la mirada sintiéndose incómodo volteando la cara a otro punto.

Paso a paso al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora