Narra Ámbar:
Luego de muchas horas de vuelo, 12 horas exactas, llegamos al hotel 5 estrellas en la noche y entramos a la suite que encargó mi papá y está hermosa. Se me llenan los ojos de tanto lujo que rodea este lugar. Suelto mi maleta colorida con impetuosidad y empiezo a correr para mirar adentro todos los rincones.
—¡No corras Ámbar! Bocs, a lányommal beszéltem...(Disculpe, le hablaba a mi hija) —yo me detengo para voltearme a mirarlo pero sigue hablando por teléfono en otro idioma.
—Oki doki... —digo en susurro y me pongo a ver la habitación con balcón, está preciosa la ciudad desde esta vista.
Yo me abalanzo para saltar sobre el colchón, es bien cómoda y blanda. Unos pasos se escuchan aproximarse y me siento en la cama para que no me regañen. Justo cuando me siento entra el, mi príncipe con el ceño fruncido pero sonríe al verme.
—¿Estabas saltando en la cama, cierto? —abro los ojos sorprendida— ya te... —se acerca a mi y me pongo nerviosa —¡Conozco! —me agarra tirando un grito y me carga para hacerme cosquillas —Eres una traviesilla —mi risa inunda el lugar pero se detiene para quedarnos cara a cara y depositarme un beso en la frente.
—Perdón papi, ya me portaré bien de ahora en adelante —le digo abrazándolo por el cuello.
—Eso espero porque me decepciono de haberte traído...—su cara torna neutra y abro la boca asustada por la expresión.
—¡No, no... Ya si me portaré bien, lo prometo! —le beso por el cuello varias veces para que no se arrepienta de traerme.
—De acuerdo mi terremoto —me deja en la cama sentada —Iré a tomar una ducha cariño, antes de, ¿quieres cenar? Me imagino que tienes hambre, ¿no? —asiento con la cabeza — comprendo, llamaré a recepción.
Mi padre camina al teléfono de la mesita de noche para tomar un pedido para mi. Le digo que quisiera comer, hablando en ese idioma raro y cuelga para luego mirarme con una sonrisa cálida poniéndome a sentir cositas en mi cuerpo.
—En unos minutos te lo traerán, me iré al baño —me suaviza la mejilla y se va a la vez que se desviste la camisa mirando su espalda ancha antes de cerrar la puerta.
Enciendo la televisión para esperar que me traigan la cena y luego de unos minutos, tocan la puerta. Recibo a un joven vestido de blanco y negro con una mesa con rueditas, entra para dejarla dentro y se despide muy amable.
Me pongo a cenar mientras veo televisión local de este país aunque no entiendo nada y de repente el celular de mi padre suena y dejo el tenedor para pararme a buscarlo. Es un número no registrado, voy a llevárselo y toco la puerta del baño saliendo el galanaso de mi papá secando su pelo con una toalla y con su torso desnudo pero con pantalón deportivo mirándome neutro hasta que escucha el ringtone.
—Gracias amor —me besa en la mejilla y le doy el teléfono quedando encantada por su amor —¿Hola? Si, con el habla...—se da la vuelta y cierra la puerta detrás.
Mi padre salió del baño aún hablando por teléfono, está trabajando y yo decido tomarme una ducha para ponerme mi pijama de conejillo. Me cepillo los dientes y al salir del baño, aún veo a mi padre despierto delante de su laptop en un escritorio que hay en la habitación y yo opto por terminar de cenar dándome un poco de sueño por el cansancio, miro la hora y son las 10:45 de la noche, con razón me siento cansada. Fue un vuelo muy largo...
Me acuesto en la cama mirándolo, observo su gran espalda y sus brazos tonificados, mi papa es un hombre fuerte y ejercitado, con razón tiene tanta presencia aparte de su personalidad imponente. Lucho con el sueño para no dormirme y acompañarlo y en un abrir y cerrar de ojos, siento un beso en mi cabeza despertarme.
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Paso a paso al amor
FantasySólo bastó una mirada a los ojos de una niña para que el giro de un empresario joven multimillonario frío y egoísta cambiara su vida para siempre. Nunca pensó en ser padre, jamás tuvo planes de casarse o tener hijos pero cuando el destino dispone al...