Narra Ámbar:
Una discusión me despierta y abro los ojos un tanto tonta pero me recompongo sentándome en las entrepiernas de mi papá de frente a su rostro y doliéndome un poco la espalda por la postura que tenía, ahora escucho claramente y observo que Martha está discutiendo con papi. Yo estoy encima de él, recuerdo que no me bajé, me quedé dormida entre sus brazos de esa forma y creo que el motivo de su pelea soy yo porque mencionan mi nombre.
—Marcus ¿cómo dejas que Ámbar duerma en la sala, de esa manera tan incómoda y peor, encima de ti en esa pose sabiendo que tu tienes ere...? —no termina lo que quiere decir mirándome pero si está enojada con él y veo a mi papá que seguro acabó de despertar también.
—Martha relájate un poco ¿si? Recuerda que Ámbar es mi hija, no es una desconocida o no una niña más...—dice derrotado por el sueño.
—¡Que me relaje cuando te veo durmiendo en la sala y de tal manera! —parece que le busque problemas a mi papá de nuevo.
—Sh... Es temprano aún para pelear y perdón, estaba tan cansado anoche que me olvidé de acostar a Ámbar en su cama —yo me muevo sentándome en el mueble y mi padre se soba el cuello porque seguro le duele.
—¡Te estás tomando muy a la ligera este tema Marcus! No está bien que permitas esas cosas, te he dicho que pongas límites —me mira con cara de muerto y me suaviza la cabeza.
—Si, si, si lo que digas...—mi padre se para y asiente soñoliento moviendo la mano a un lado varias veces ignorando a nana y dirigiéndose al ascensor.
—¡Marcus, estoy hablando contigo! —se enfurece más.
—Hablaremos después sobre eso, necesito dormir otro poco... —camina como zombie y entra a la caja metálica —No estoy de humor para hablar Martha, lo siento... —se recuesta de la pared de hierro durmiéndose y se cierran las puertas del ascensor.
—Increíble este muchacho...—ahora me mira —¡Y usted jovencita! No debería estar haciendo esas cosas —¿y ahora qué hice mal? Me señala con el dedo y me como el regaño.
—Pero nana...
—Nana nada, no vuelva hacer eso de nuevo —asiento cabizbaja.
—Si nana, perdón...—me disculpo por lo que hice porque está mal.
—Ahora me hace el favor y sube a cepillarse los dientes para que desayune —le obedezco a regañadientes y subo las escaleras de dos en dos.
Llega el viernes...
Papi y yo estamos de camino al resort que nos vamos a hospedar para pasar el fin de semana desde hoy viernes. Papi está conduciendo desde hace media hora con sus lentes de sol que le quedan muy lindos, a través del retrovisor me mira y sonríe tan guay, mi padre es un hombre muy hermoso. Veo el mar por la ventana de camino por la carretera costera, es muy bello ver el mar mientras vas de viaje y siempre quise experimentarlo pero no teníamos los recursos para hacerlo. Recuerdo a mi madre de repente recordando una canción que nos gustaba.
—Papi quisiera poner una canción, ¿puedo?
—Si, si, claro mi amor —el me pasa el iPad con una mano en el volante.
Yo trato de recordar el nombre y me llega a la mente algo parecido así que los busco y al darle play, suena la melodía acertando. Se llama Búscame —Tribu del sol. Empiezo a cantarla recordando los momentos lindos que pase con mi mamá antes de caer en cama a la vez que miro el paisaje.
Cuando no haya letras en tu abecedario
Cuando no halles aire para respirar
Y en el universo no queden estrellas
Y no exista nada que te haga soñar
Cuando tu camino no tenga destino
Cuando los planetas dejen de girar
Y en el universo no queden estrellas
Y tu corazón te pida la verdad
ESTÁS LEYENDO
Paso a paso al amor
FantasySólo bastó una mirada a los ojos de una niña para que el giro de un empresario joven multimillonario frío y egoísta cambiara su vida para siempre. Nunca pensó en ser padre, jamás tuvo planes de casarse o tener hijos pero cuando el destino dispone al...