Narra Marcus:
Un cosquilleo se hace presente en mi nariz llevando mi mano por inercia a ella para no sentirlo y cesa pero luego unos cálidos besos suaves y lentos que hace que mi miembro se ponga duro, agarre el rostro mezclando lo que sueño y la realidad y...¿Despierto? Abro los ojos al despertar mi subconsciente y lo primero que veo es a Ámbar. Joder, del susto me despego un poco, sintiéndome un enfermo en este momento.
—¡Feliz cumpleaños papi! —hoy viernes es mi cumpleaños y cumplo 27 años.
Olvidando la sensación de asco hacia mi mismo, me acerco aún acostado para abrazarla.
—Gracias mi cielo... —estoy un poco aérea y no sentía mucha alegría de haber nacido pero ahora que tengo a Ámbar eso ha cambiado.
Me recuesto boca arriba sin deseo de salir de la cama pero mi hija se me sube encima dándome muchos besos recordando que tuve una erección inconscientemente pensando que era otra persona. De solo llegar a mi mente agarro una almohada y la coloco en mis entrepiernas para que no note el bulto que sobresale de mi pantalón. Por suerte no se ha dado cuenta o eso espero. Luego de darme una ducha rápida, me visto formal como lo cotidiano y bajo a la cocina para desayunar e ir a la empresa, debo ir a trabajar hoy porque deje mi laptop en la oficina y debo revisar un documento importante antes de mandar hacer el contrato.
—¿Te irás siempre a trabajar? —paro de beber mi café negro.
—Si tesoro, pero volveré temprano para celebrarlo contigo y tus tíos —le explico quedando satisfecha.
—Bueno ya me voy, nos vemos más tarde —la noto nerviosa pero seguro son cosas mías.
Me despido con un beso fugaz que me propina en los labios y salgo de casa sonriente por tener un amor como el suyo, soy bastante afortunado y lo sé más ahora.
Conduzco en la carretera con mi Porsche disfrutando el panorama del centro de la ciudad y finalmente llego a mi compañía mirando por algunos minutos como avanza la reconstrucción y están adelantados para sólo ser 3 semanas.
Ya en la oficina sentado, tecleo mi laptop actualizando informaciones y leyendo a través de mi lentes algunos errores de ortografía en el proyecto que me enviaron por correo, intentado no ser tan perfeccionista y arreglo la parte gramatical sin perjudicar su esfuerzo porque la idea la comprendí perfectamente, obviando las fallas ortográficas y realmente llamó mi atención. Pongo fin a mi jornada laboral al mirar la hora y son las 2:30 de la tarde decidiendo regresar a casa para poder estar con mi vidita.
Una llamada entrante mientras iba de camino al Porsche parqueado en el sótano, le atiendo al leer el nombre del contacto en la pantalla.
—Hola Ed, ¿qué pasa? —me paró dándole el paso a un vehículo que entró.
—Todo bien, ¿Qué harás por cierto para tu cumpleaños ? —pregunta con un tono ansioso resultándome extraño pero lo ignoro.
—Pues pasarla con Ámbar y con ustedes supongo —menciono entrando al auto y transfiero la llamada a la pantalla del vehículo por la conexión.
—Ah... entiendo y ¿a qué hora sales de la empresa? —¿Que tantas preguntas hace? ¿Quieres hacerme una sorpresa o qué?
—Acabo de salir de la oficina, voy de camino... A ver, ¿Por qué el interrogatorio? ¿Acaso tramas algo? —le digo prendiendo el motor y dando marcha.
—No... por supuesto que no... Eh, nos vemos aquí, adiós —me cuelga sin avisar y me quedo sin palabras mirando el teléfono pensando de que sí trama algo y es una sorpresa.
Después de transcurrir media hora desde mi trabajo a la casa, me parqueo con prisa en busca de mi hija, porque la extraño mucho.
—Ya llegué —digo en voz alta cerrando la puerta detrás y cambiando mis zapatos cerrados por pantuflas.
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Paso a paso al amor
FantasySólo bastó una mirada a los ojos de una niña para que el giro de un empresario joven multimillonario frío y egoísta cambiara su vida para siempre. Nunca pensó en ser padre, jamás tuvo planes de casarse o tener hijos pero cuando el destino dispone al...