Narra Ámbar:
Estamos en la empresa de mi papá ya que hay una fiesta de empleados por el día del trabajador. Mi padre está dando un discurso de agradecimiento por ayudar a levantar cada día la compañía y hace un chiste referente a que gracias por tolerarlo todos los días su carácter fuerte y a veces perfeccionista. Él se baja haciendo un brindis al final para luego venir hacia mi poniéndome contenta dándose cuenta porque me sonríe.
—¡Belleza mía! —le abrazo la cintura y pone sus manos en mi espalda.
—¿Dónde está el tío Alex? —le pregunto porque tengo varios minutos que no lo veo.
—Creo que fue al baño pero seguro volverá —hago una mueca.
—Papá iré al baño.
—De acuerdo —me acompaña hasta la salida del salón —No te demores mucho —asiento y me voy caminando llegando al baño de damas.
Voy saliendo sacudiendo mis manos un poco al sentir agua todavía y me encuentro un hombre vestido de negro completo hasta con una gorra del mismo color entrando al ascensor y me parece sospechoso. El asciende y yo lo persigo en el otro ascensor. Cuando estas abren me percato de qué este entra a la oficina de mi papá acertando mis sospechas. Cuidadosamente doy pasos lentos para mirar de cerca y abro un poco la puerta creando una pequeña brecha para mirar, veo que está colocando un dispositivo raro debajo del escritorio de mi papá. Sin querer se me sale un suspiro y mira a la puerta y y yo me quito comenzando a correr al otro pasillo de las oficinas cercanas a la de mi padre.
Miro hacia atrás mientras corro golpeándome con una persona y casi cayendo de espaldas pero un brazo me sostiene la cintura evitando que decaiga al pavimento alfombrado. Al mirar su rostro, me alivio al saber que es mi papá y lo abrazo fuerte.
—¿Amor? ¿Qué ocurre? ¿Qué haces aquí arriba? —yo le tapo la boca de repente con mis manitas y el frunce el ceño.
—Papi hay alguien en tu oficina y no es una buena persona... —menciono en susurros y él mira hacia atrás de mi.
—Quédate aquí, iré a chequear —me da su celular —llama a Alex y cuéntale —el se levanta para irse pero lo detengo.
—¡Papi no vallas, no quiero! —digo sollozando y brotan lágrimas.
—Estaré bien cariño, sólo iré a ver, no te preocupes —niego con la cabeza aún provocando que él suspire y se pone de rodillas chocando nuestras frentes — De acuerdo, me quedaré contigo —comienzo a calmarme —Ven —me agarra de la mano y nos vamos del lugar hasta que el hombre de negro nos detiene con un arma apuntando a mi papá.
—Hola hijo, cuánto tiempo sin verte... —se quita la gorra y dejando a ver a mi abuelo que no se ve tan mayor la verdad.
—¡Tenías que ser tú! —mi papá se enoja y yo le abrazo fuerte la pierna para que no haga nada.
—Me alegra que no te sorprendas por mi presencia, espero estes listo para lo que viene —se ríe de manera maliciosa poniéndome los pelos de punta—¡Muévete, a tu oficina! —mi papá le hace caso pero sin soltarme la mano.
Entramos los tres a la oficina y le señala con el arma que se ponga en la esquina y se ponen a conversar.
—No empeores la situación y recapacita —le aconseja mi padre.
—¿Que no empeore la situación dices? —ríe a carcajadas —¡Eso debiste pensarlo tú antes de desafiarme por esta engendra —me apunta y mi papá se pone delante asustándome.
—Ámbar no tiene la culpa de nuestras diferencias — escucho mientras sigo detrás de mi padre.
—Puede ser... pero fue la razón principal de tu cambio repentino —saco un poco la cabeza mirando el odio que siento en sus ojos —no sólo de eso, de querer declararnos la guerra sólo por una mocosa insignificante —papi aprieta los puños y yo pongo las manos en la de la derecha para que se tranquilice.
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Paso a paso al amor
FantasySólo bastó una mirada a los ojos de una niña para que el giro de un empresario joven multimillonario frío y egoísta cambiara su vida para siempre. Nunca pensó en ser padre, jamás tuvo planes de casarse o tener hijos pero cuando el destino dispone al...