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Dos semanas, dos semanas en las cuales el maltrato que recibía Miguel Ángel incrementó de forma exagerada, los golpes que recibía le dejaban unos hematomas durante días. Al estar "Castigado" Splinter no prestaba mucha atención a dichos golpes, lo tomaba como si fueran accidentes causados por el menor, cosa que dieron de excusa sus hermanos para no ser atrapados. Estuvo soportando todo tipo de humillaciones, insultos, zancadillas, golpes y hasta rasguños.

Su último día de castigo era esa noche, por fin podría regresar a la normalidad, o eso esperaba.

Leo: Chicos, ¿listos?

Rapha: Yo siempre. Veremos que hace el enano cuando salgamos.

Donnie: Desesperarnos de seguro, mientras no sea tan lastre como siempre me conformo.

Los hermanos mayores esperaron a que el menor saliera del baño y se fueron.

Donnie: Hola, Abril -Sonrió feliz al verla, sonrisa que se quitó cuando vio a otro humano- Y Jones...

Casey: Siempre es un gusto verte, boca de cueva.

Abril: Hola chicos, veo que Mikey ya no está castiga... -Se quedó helada-

Abril y Casey: ¿¡Qué te pasó!?

Ver al menor de ojos azules les causó terror, su piel estaba adornada de múltiples golpes y vendas que trataban de contener la sangre de algunas heridas abiertas, pareciera que le hubieran dado una paliza entre diez, tal vez más, ni siquiera el intento de maquillarlas ocultaba del todo dichos adornos.

Mikey: ¿Quieren la verdad? -Su mirada se dirigió a las de sus hermanos- Tuve un accidente en la alcantarilla. 

-Abril, por favor, no insistas- Dijo psíquicamente.

Casey: Amigo ¿Qué tipo de accidente te deja peor que saco de boxeo?

Rapha: Intentó hacer un truco extremo y obviamente salió mal.

Donnie: Tratamos de advertirle pero es un necio.

Abril: Debes tener más cuidado, tu piel... -No pudo evitar tocarlo, le daba grima, pero su dolor por el pecoso superaba todo- Tu suave piel... -Susurró, para nadie era un secreto lo mucho que se la cuidaba-

Casey: En mi casa tenemos algunos medicamentos que te ayudarán a curarte más rápido, los de Donnie parece que no funcionan tan bien como presume -El mencionado frunció el ceño- ¿O es qué intentas ese truco todos los días?

Al ser un jugador de hockey estaba familiarizado con ese tipo de golpes, no se tragaría el cuento tan fácil.

Donnie: Su sistema rechaza la medicina. -Se excusó-

Leo: Después hablamos de esto, vi a unos dragones púrpura camino al barrio chino. -Distrajo la atención del tema-

Una pelea con los pandilleros se desató, cada integrante del equipo tenia a su propio enemigo, pero el menor de todos no corría con la misma suerte, su oponente era el líder de dichos delincuentes.

Hun: Estás demasiado lento, le das sueño a Hun.

Mikey: Creo que tus gafas de sol impide que veas lo obvio, yo tampoco disfrutaría de una pelea si me adversario está herido.

Hun: Tienes razón, hagamos un pequeño juego.

Mikey: ¿Qué quieres? -Respondió de mala gana-

Hun: Dicen los rumores que tienes el mal hábito de actuar como un pobre niño, juguemos... Caza la tortuga. -Sonrió de una forma siniestra y comenzó a ir por sus hermanos, primero Leo, luego Donnie y Rapha de últimas-

Si Mikey se caracteriza por algo es su gran velocidad, que ni el mismo sabe como posee. La mano de Hun iba directo a la pierna de su hermano mayor, la evitó empujándolo y recibiendo el ataque.

Leo: ¡Mikey!

Con Donatello se dispuso a usar su navaja, la cual fue bloqueada por el brazo del pecoso, quien aventó a su hermano en el proceso. 

Donnie: ¡Miguel Ángel!

Por último, el golpe final iba directo al cuello del temperamental, de seguro apuntaba a la yugular, unos milímetros más profundo y el de ojos azules hubiera muerto por el corte que ahora tenía en el lado izquierdo de su cuello. Rapha fue empujado por el menor, como con sus otros hermanos.

Rapha: ¿¡Qué te pasa, enano!?

Ninguno de los mayores prestó atención a Hun, solo se enfocaron en quien los había chocado, tampoco es que pudieran dar paso al detalle pues sus adversarios aprovecharon el momento para seguir atacándolos.

Hun: Vaya, eres muy curioso... -Guardó su navaja y estampó al menor contra el suelo mientras trataba de recuperar el aliento, rodaron lo suficiente como para perderse entre las cajas que tenía la bodega en la que se ocultaban- Y es más curioso tantos golpes y, mordidas, o lo que quedan de ellas -Observó el corte había quedado cerca de lo que parecía ser el rastro de unos dientes- ¿Qué tipo de enemigo te ataca a mordiscos?

Mikey: Ninguno que te importe, imbécil  -Ya no sentía la presencia de sus hermanos, no debía fingir- ¡Sácate de encima!

Hun: La tortuga no es tan santa... Hun debe probar que es lo que ofreces, además -Miró de nuevo su cuello- No sé por qué te enojas tanto con que Hun esté arriba, pareciera que te encanta~

Mikey: ¡Ugh! Desgraciado, quita. -No sabía que le enfadaba más, que el de pelo negro tuviera la osadía de decir eso o que en parte fuera cierto, los momentos en los que tenía sexo eran los únicos que le hacían sentir deseado. Un sonrojo por la mezcla de pensamientos apareció en sus mejillas-

Hun: Que tierno te ves así -Sujetó la mano derecha de la tortuga y lo llevó hasta la pared haciendo que quedara completamente pegado a ella- ¿Qué tal si Hun prueba tus... Atributos? Hun quiere divertirse.

En un intento desesperado de alejarlo, el pecoso trató de sacarle el aire con su mano libre, también fue aprisionada. No pudo evitar frustrarse, su cuerpo dolía por los golpes, su fuerza era nula y su asco era latente.

Mikey: ¡Que te quites!

Hun: Parece que eres la perra puta fiel de alguien, y te tiene bien entrenado... ¿Quién podría ser? -Su altura le permitió tener un control total sobre el menor, a tal grado que no fue muy difícil hacer que abriera las piernas- Veamos si no le molesta compartir.

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¡Sorpresa! 

Feliz navidad para todos ustedes *Inserte remix de Peppa* 

Espero que la pasaran súper, cuenten chisme ¿Qué les dieron? ¿Qué comieron? :>

Chau gente.

Todo por placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora