7- una tercera

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Hoy nuevamente, contemplando el anochecer desde mi ventana, vuelvo a escribir una carta para tí, y a pesar de saber que nunca te llegará, sé que tú desde tu estrella la podrás leer y te gustará.

Siento una dulce paz, me siento extraño, mirando la luna cuya luz atraviesa mi ventana y me embriaga de esa dulce sensación de calma, ojalá pudieras estar a mi lado, ojalá pudieramos contemplar nuevamente juntos el amanecer.

Estoy solo, pero siento tu presencia muy cerca de mi, tu imagen se refleja en la luz que la luna derrama sobre mi ventana, y el viento cálido de la noche me acaricia suavemente como si fueran tus manos, mantengo intactos mis recuerdos, y si pudiera pedirle a una estrella un deseo en una noche cualquiera le pediría volver a estar contigo, le pediría simplemente que nunca te hubieras ido, y de nuevo tendría una esperanza, pero sé que tan sólo es un sueño, porque mirando a las estrellas podría pedir mil deseos, y siempre todos me llevarían a ti, a tu recuerdo, porque en mis sueños siempre estás tú.

Sé que nuevamente amanecerá y con la llegada del sol se marcharán las estrellas y la luna se esconderá, y aunque te seguiré queriendo desde lo más profundo de mí corazón, volveré a mirar al frente, caminaré despacio pero firme sin mirar atrás, levantaré el vuelo una vez más y seguiré viviendo, más cuando la noche caiga nuevamente desearé que vuelvas, seguiré aquí, esperando amaneceres....

Trazando constelaciones.

—Siempre tuyo.

Trazando Constelaciones (Byler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora