23- Navidad

43 6 2
                                    


Tan pronto como salgo de mi habitación reconozco esos aromas que solo pueden recordarme a las fechas navideñas.

El frío, el aroma, las decoraciones, la música que estaba en la radio, todo concuerda y me reafirman que llegó mi día favorito del año.

Nunca supe por qué. No soy de una familia especialmente conflictiva en estas fechas, pues decidían dejar los problemas para un día más casual y no manchar con situaciones personales la que debería ser una noche perfecta.

Creo que tal vez me gusta porque de esa forma tengo garantizado que no habrá nada que cambie los planes.

Me encanta la escena que estoy presenciando: mamá, Ce y Hopper en la cocina, ella le acaba de dar una probada de la comida a Jane y su papá. Lucen como una familia. Una hermosa (y a final de cuentas "normal" y "tranquila") familia. Después de tantos años de no tener calma por luchar con algo que no estaba en nuestras manos, finalmente hay una sensación de unión en esta casa.

Espera. Ce está... Diferente. SU CABELLO.

Ella había dejado de estar en la necesidad de cortarse el cabello debido a Brenner y todo eso, por lo que se lo dejó crecer lo suficiente para que le llegara a la mitad de la espalda, pero ahora... Wow, se ve genial. Ahora luce un cabello muy voluminoso a la altura de los hombros.

Jonathan recién iba abriendo la puerta de su habitación. Se tallaba los ojos.

Decido sentarme en el comedor con él.

—Chicos, recuerden que en unas horas iremos con los Wheeler. Nos invitaron y digo que con todo lo que han pasado se merecen una buena cena. Así que quiero que vayan viendo entre ustedes quien se bañará primero, porque no pienso tenerlos peleándose fuera del baño. Organicen sus tiempos, a las seis tenemos que estar allá— dijo mamá mientras salía de la cocina con Hopper y Ce detrás de ella para sentarse junto a nosotros.

—¿Por qué debemos ver al niño Wheeler?— preguntó Hop.

—Por lo que te conté que les pasó, además él y Will son amigos desde niños, por lo que Karen y yo somos buenas amigas desde entonces y nunca hemos tenido una cena juntos como familias.

—Pero no digo nada sobre su familia, solo de él. ¿No pueden sacarlo a la calle mientras cenamos y cuando nos vayamos que entre de nuevo? O si no quieren que pase frío, encerrarlo en su cuarto no es mala opción.

Ce y yo soltamos una risa a lo que Hop le dijo a mamá: «Mira, la idea les gusta».

—Tienes un serio problema con Mike, ¿Cierto?— lo interrogó ella también entendiendo el chiste.

—¿Tú qué crees?

Rieron ellos dos juntos y Hop tomó la mano de mamá sobre la mesa. Se miraron sonrientes aunque parecía que se decían algo telepáticamente. De pronto ví que él le asintió con la cabeza y mamá suspiró.

—Chicos, hay algo que debemos decirles— anunció.

—Su madre y yo lo hemos estado pensando y queremos conocer su opinión sobre el tema para aprender a sobrellevarlo. Pero aclaro que aunque no les guste se realizará porque tú— señalando a Jonathan —ya no vives aquí, tú — me señaló a mí (¡AYUDAAAA!) —, estás a punto de dejar de vivir aquí, y Ce... Bueno, no tengo idea de qué haremos contigo, pero intentaremos sobrellevar la situación de una forma pacífica.

Ojalá no se entere, pero tiene un pésimo talento para empatizar, al menos en sus palabras.

—Hop y yo... Tomamos está decisión hace un par de meses, pero recientemente terminamos de ahorrar para... Bueno— le lanzó una mirada a Hopper que le decía "sigue tú".

Trazando Constelaciones (Byler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora