10- Algo de que hablar

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—Que bueno que decidiste quedarte— me dijo, se recargó en la pared y buscaba algo en su mochila.

No le dije que desde que llegó estoy enojado con él. Suspiré como una orden a mí mismo de que no debo ser un idiota impulsivo que se deja llevar por una primera impresión. Quiero dejarlo hablar. Aunque la respuesta a su comportamiento me haga sentir peor.

—No hay problema— le dije, acercándome.

—De verdad muchas gracias. Lo último que quiero hacer ahora es regresar a mi casa y eres la mejor persona con la que puedo pasar este momento— mencionó sin mirarme —. Aquí está— ahora hablaba con él mismo. Encontró lo que estaba buscando.

¿Eso es lo que creo que es?

—Por favor dime que no fumas— me pasé las manos por la cara.

—Es una... Contingencia— me miró un tanto asustado. No creyó que yo fuera a reaccionar de esa manera —. No lo hago todos los días. Solo unas dos veces a la semana. Si las cosas van pesadas fumo cuatro, pero ahora no es nada serio.

—¿FUMAR CUATRO CIGARROS A LA SEMANA NO ES SERIO, MIKE?, ¿DE VERDAD?

—Tranquilo, cálmate— frunció el ceño y se puso el cigarro en la boca.

—¿Que me calme?, ¿Cómo puedo estar calmado si mi mejor amigo depende de hierbas quemadas para sobrevivir?— me acerqué más e hice el intento por quitárselo. Para mi desgracia es más alto que yo y solo le bastó con levantar la mano para que no cumpliera mi propósito.

—¡Sí, dependo de esto, pero créeme que la vida en la escuela y en mi casa es una mierda, discúlpame si no puedo tener esa batalla yo solo!— su tono de voz se alzó sin perder esa pacífica forma de decir las cosas.

Dejé de hacer un esfuerzo por deshacerme de ese rollo de tabaco que tenía en las manos.

—¿Y por qué no te acercas a alguno de nosotros?, Creo que... Pudimos entenderlo— me calmé y tomé la misma posición que él junto a la pared.

—Porque ustedes tienen sus propios asuntos personales. Además cuando quise hablarlo ya parecía que era muy tarde. Ya no tenía sentido hacerlo— le dió una calada y recostó su cabeza

—Oye, se trata de nuestro MEJOR AMIGO, no sobre cualquier persona. No creas que no tiene sentido hablarlo. Lo que menos quiero es que pienses que no puedes tener cierto nivel de confianza conmigo— intenté seguirle la mirada pero cerró los ojos. Deja de evitarme, Michael, por favor —. No creo que sea muy tarde. Y si algún día simplemente quieres hablarlo yo estaré ahí para ti. Aquí, allá y en todas partes.

Me sonrió cuando mencioné la última frase.

—Si querías chantajearme con frases musicales déjame decirte que diste justo en mi punto débil— finalmente me miró —. En mi casa no han sido los mejores días. Mamá ahora es rebelde y papá es... Solo sigue siendo él, la diferencia es que ya no está casado con la misma mujer sumisa con la que dijo los votos matrimoniales— se tomó un momento para seguir fumando. Esta vez decidí no detenerlo, como ya había mencionado, quiero dejarlo hablar —. Nancy no era un pararrayos, pero era un punto medio que sabía decir "no metan a sus hijos en sus asuntos", y ahora que no vive con nosotros es una constante competencia de si-mañana-nos-separáramos-los-niños-preferirían-ir-conmigo. Odio ver a Holly crecer en ese lugar, pero sin más familiares en el pueblo no tenemos a dónde ir. Sería estúpido ir a la casa de Lucas, Dustin o a la tuya porque de inmediato sabrían dónde estamos y de paso quedarían dentro de la pelea.

Comencé a acariciarle el brazo. Tal vez no era un gran cambio, pero sé lo duro que es pensar que no tienes a nadie. Odiaría que pase por lo mismo.

—Y en la escuela es casi todo igual. Ustedes cuatro salvan las cosas, pero es exactamente el mismo patrón: la perfección ante todo. Para la gente es fácil pensar que si tienes a tus papás juntos, no ha fallecido nadie relevante y tienes una buena posición económica deberías ser perfecto porque lo tienes "todo". Es una estupidez pensar que porque alguien tiene unas mejores posibilidades debe exprimirlas al máximo, y no digo que no se deban aprovechar, pero me enoja que me vean como el chico con la vida perfecta. No te puedes permitir ser infeliz siquiera cinco minutos porque TIENES UNA PUTA VIDA PERFECTA. Fingir que te dió risa algo de lo que ni siquiera estabas prestando atención es horrible, hacerlo las veinticuatro horas de los siete días de la semana de siente... Es de lo peor que haya gente que envidie tu vida cuando tú te quieres deshacer de ella— la voz se le quebró. Ya no quería seguir hablando de eso —. Y al final del día termino siendo un maldito malagradecido porque tengo un ritmo de vida privilegiado.

Trazando Constelaciones (Byler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora