Finalmente estamos en el regreso a clases. Decidí tomarme unas semanas aquí antes de irme la periodo vocacional que me ofrece la universidad. Ahora es la última semana en el pueblo la que está por terminar. No me siento listo para irme, en definitiva no.
Lo consideré bastante, pues aunque es la escuela que quise por mucho tiempo, no estoy seguro que perderme una parte de mi vida que podría estar viviendo junto a los que amo sea prudente, sobre todo cuando tengo la opción de no hacerlo. Aunque aún me queda la otra opción: en caso de no querer asistir al semestre de enfoque en vocación, el estudiante aún tiene la oportunidad de presentar un examen que hace la misma función que lo demás. Un perfecto examen vocacional. Si lo contesto no tengo que irme antes, y por supuesto podré tener más tiempo aquí (claramente es mucho más conveniente para mí).
Sobre decírselo a los demás.
Le comenté a Mike, a mamá, a Jonathan, Ce, Hopper, Lucas y Dustin. Ellos piensan que está bien. Al principio creí que algunos se iban a molestar (y con algunos me refiero a Dustin y Mike), pero todo lo que me dijeron fue:
»—¿Por qué nos preguntas si deberías hacerlo?
»—¿Es una broma?, claro que debes ir.
Me siento muy relajado en el sentido de que sin importar qué, siempre me van a impulsar en todas mis decisiones.
Jonathan me fue a dejar a la escuela. Justo después de eso se irá de nuevo a la universidad— el suertudo tiene una semana más de vacaciones —. Ya había pasado todo el show de las despedidas y las lágrimas de mamá, entonces irme a dejar será algo casual, como en cualquier día.
Veo a lo lejos a mis amigos.
Nos adentramos juntos a la escuela, dándonos cuenta de que las primeras clases las tenemos separados, por lo que aprovechamos al máximo nuestro tiempo de plática.
Veo en la escuela a las parejas llegando tomadas de las manos, dándose besos y simplemente existiendo como lo que son, una pareja.
Soy consciente de que si yo hiciera eso con Mike podrían incluso amenazarnos a muerte, pero en realidad no me molesta. No me molesta que nadie se entere, porque es algo de dos personas, no de toda la escuela.
Me despido de él con una mirada y voy a mi salón de clases. Me encontré a una chica llorando, a ella la recuerdo demasiado bien, antes de las vacaciones de invierno se la pasaba toda la tarde en las oficinas de orientación intentando agregar más actividades extracurriculares a sus referencias, a ella realmente se le notaba el entusiasmo por acceder a una buena escuela, pero ahora que la veo... está abrazada a su amiga, esta le dice que se relaje y que ya encontrará la manera de salir adelante, aunque se niega a siquiera darle otra oportunidad a las universidades; resulta que su carta si llegó, pero no traía la respuesta que esperaba. Me sentí realmente mal por ella, pero soy demasiado cobarde como para acercarme. Además siento que para mí sería raro que me pasara, o sea, estaría desesperado porque mis sueños acaban de irse por el caño y de pronto llega un desconocido a decirme que todo estará bien. Que raro.
Sigo caminando y al llegar al aula lo primero que veo es al profesor de literatura tomando su café.
—Buenos días— le digo sin realmente esperar una respuesta. Un momento, ¿Eso es lo que creo que es? El periódico se encuentra doblado sobre su escritorio y tiene la gran noticia en primera plana.
El afortunado ganador del concurso de escrit...
El resto de texto se encontraba con un suéter encima, el cual reflejaba demasiado bien el hecho de que el profesor era un hombre bastante desordenado.
Continúo mis clases como si nada, pensando en que lo primero que haré apenas salga de la escuela será comprar el diario y leer la noticia que al menos yo llevo bastante tiempo esperando.
ESTÁS LEYENDO
Trazando Constelaciones (Byler)
FanfictionWill Byers comienza a recibir cartas en las que se redactan citas de un libro, el cuál fue escrito por la misma persona que envía las cartas, pero, ¿Quién podrá ser el que escribe eso?, Y más importante: ¿Quién pondría a Will como destinatario? ••••...