Capítulo 13 ─ Bruja

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Nuevo capítulo mis queridos lectores.

Estoy pensando en hacer capítulos de dos partes, es decir que un capitulo estará partido en dos, y colocado lo que sigue en el siguiente capítulo mezclado con el correspondiente cap.

¿Razón?

Se me hace muy difícil escribir algunas veces, recuerden el calor infernal que hace.

Lo bueno es que como Cedric está herido, cosa que iba a pasar más adelante, tendré que borrar sus diálogos y quizás sacar SS para ponerlos allí y darle un poco de pantalla.

Este capítulo fue corto, el otro también lo será.

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A lo lejos, pude ver a una hermosa mujer caminando hacia nosotros.

El cuervo se posó sobre su hombro.

─Fue muy interesante lo que vi, normalmente un humano no salvaría a un elfo, mucho menos a un elfo oscuro.

─Ellos son odiados hasta por sus propios hermanos, los altos elfos.

Parecía tener mi edad por su apariencia.

Su ropa era una mezcla entre negro y púrpura, un vestido corto con volantes similares a un uniforme escolar.

¿Cómo sé que es uno?

Da igual, las medias largas y rojas llegaban hasta los muslos y sus tacones hacían un fuerte sonido al caminar.

Su cabello era largo que le llegaba hasta la parte baja de la espalda y de color rubio platinado.

Con coletas a los lados hasta el cuello, moños en formas de rosas púrpuras en cada lado y un flequillo hacía la derecha.

Su ojo derecho estaba cubierto por parte de su cabello, el ojo visible era un hermoso verde claro.

Cruzó sus brazos cuando se detuvo a dos metros de distancia.

Su voz era muy hermosa, como si quisieras mostrar madurez.

─Mucho gusto, humano, soy una "Druida" una sabia del bosque. Lo que ustedes humanos llaman brujas.

No me importó quién sea, pero Cedric necesitaba ayuda.

Me incliné en señal de respeto, era vergonzoso, pero no iba a dejar morir a mi primer subordinado.

─ ¡Por favor, te lo imploro! Ayuda a mi sirviente, fue herida tratando de protegerme.

─...

Ella me miraba fijamente, de repente chasqueó los dedos.

─Déjalo allí.

Señaló a un costado.

Observé cómo salían del suelo unos hombrecitos de tierra que levantaban sus manos.

Me indican que dejara en reposo a Cedric encima de ellos, lo hice y comenzaron a caminar en dirección a la casa.

La druida se dirigió de nuevo a mí.

─Espera allí, cuando termine con él, hablaré contigo.

Ella se alejó, pero el cuervo se quedó viéndonos.

La elfa y yo nos quedamos afuera.

Me senté a esperar hasta que ella termine de curarlo.

─Umm...

La ambición del Dios de la EspadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora