La ambición del Dios de la Espada

Capítulo 24 ─ Reino de Rosenthal

El comienzo del arco final llegó.

Por favor disfrútenlo ya que la mejor parte de un arco siempre está al final.

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Mi nombre es Regulus y soy una creación de mi Dios, Zelzeus, el Dios de la Espada.

Mi Dios me envió a este mundo para conquistarlo en su nombre y volverme un Dios de la Espada de carne y hueso. Al llegar a este mundo, mi alma se fusionó con la de un chico y escapé de ese lugar, ya que su familia me estorbaba.

Llegué a un pueblo y pasaron cosas, luego fui de vacaciones a otro pueblo donde pasaron más cosas y regresamos a casa. El problema allí es que nos expulsaron a todos.

Antes de irnos, le salvé la vida a una chica que dice ser la princesa de este país y ahora mismo todos nos dirigimos a la capital del Reino Rosenthal para recibir mi título de caballero, lo que me convertirá en un baronet, un caballero honorario. Pasaron muchas cosas en estos seis meses desde que llegué. El camino para ser un Dios de la Espada no será fácil.

—Oye, Regu-chan, ¿me estás ignorando?

— ¡C-Claro que no! Yo jamás te ignoraría, Mary.

La chica de cola de caballo, cabello anaranjado y ojos azul cielo se llamaba Mary. Ella es mi novia. La conocí cuando llegué al pueblo inicial donde empecé mi camino para volverme un Dios de la Espada.

Ella vivía junto con su madre y las dos se encargaban de una posada. Pasaron cosas como un secuestro y terminé salvándola. Al final, se volvió mi novia. Pero no sería la única.

Mary estaba enojada, pero su enojo no se centraba en mí, pese a estar en una posición que cierto individuo que conozco llama dogeza, un tipo de castigo donde debo recibir sermones mientras mis rodillas me matan del dolor.

— ¿No crees que estás siendo muy cruel? Digo, eres solo una amante que se comporta como una esposa genuina, que nunca lo serás.

La mujer vestida como lolita gótica, con cabello blanco y ojos rojos, es Alice, una vampiresa a la cual encontré sellada en su castillo. Tras liberarla y salvarla del enemigo raro que nos atacó, ella me dijo que me volví su esposo y con ello me convertí en el rey de su extinto país. Eso es bueno para mi objetivo. El problema radica en que Mary es mi novia y ella no acepta que tenga amantes y, peor aún, que Alice la trate como si fuera ella la amante. Desde que abordamos este barco volador para ir a la capital, he estado castigado por ella. Alice me dijo que ignorara a Alice, ya que es solo una amante. No puedo hacerlo, ya que es mi novia y si lo hiciera, ella me golpearía mucho.

—Awawa, por favor, ya paren, mi ansiedad no me deja dormir en paz.

En un rincón, quien hablaba era una caja. O, mejor dicho, era la chica dentro de una caja. Su nombre es Luviagelita o, mejor dicho, Luvia. Su cabello rubio es largo hasta la espalda y sus ojos son verdes.

Ella es lo que llaman una bruja; también la salvé del bosque en que se encontraba. Debido a que no podía volver a su hogar, nos acompañó. Aunque no era la única, al otro extremo del rincón, una belleza de piel bronceada, cabello blanco y ojos dorados nos observaba en silencio.

Lidvia se llamaba, y ella es una elfo oscura, una raza odiada por supuestamente adorar al rey demonio. Me he involucrado con todas las mujeres presentes de alguna manera. El problema aquí es que me tienen sofocado.

Mary no dejaba de pelear con Alice sobre su puesto de esposa oficial aún no confirmado, mientras que Alice solo se burlaba de Mary mientras yo estaba en medio de ellas. Aunque no era una mala vista, observaba gustoso los grandes pechos de ambas cubriendo mi cabeza. Sus pechos saltaban mientras ellas discutían.