Historia Extra ─ Origen (1)

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Llegó la hora del verdadero misterio de la novela.

¡El misterio del Dios de la Espada!

La historia de cómo inició todo este círculo de odio y venganza.

(Lamento la demora, pero estaba editando el documento ya que descubrí varias faltas ortográficas y tuve que corregirlas.)

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Todavía lo recuerdo.

Pese a volverme un dios, los recuerdos de mi vida humana no se han ido.

Siguen en mi interior, como si fuera cerilla en mis orejas.

Normalmente, uno no puede ver cómo nace, pero yo sí.

Estaba viendo a mi madre recostada en una mesa de piedra con pasto debajo de ella.

Un grupo de mujeres estaba ayudándola para que pujara.

El idioma que hablaban era tan antiguo, que se marca mucho la diferencia con el idioma de los dioses que hablo.

Al sacarme de su interior, la anciana me alzó.

Todos estaban celebrando mi nacimiento.

Uno pensaría que es bueno eso, pero en mi caso no lo fue.

Jamás esperé lo siguiente que pasó.

─No respira. Murió.

Dijo la anciana.

Mi madre, que era la hija de un hombre rico y muy poderoso en el país, estaba llorando sin siquiera revisar a su hijo si en verdad estaba muerto.

Le creyó a esta desconocida sólo por el simple hecho de que había ayudado a traer al mundo a varios bebés.

La anciana le entregó el bebé a una mujer joven para que lo llevara al salón ceremonial para comenzar la cremación.

O eso se suponía que tenía que hacer.

Tras salir del lugar, huyó a gran velocidad.

Tanto ella como la anciana estaban confabuladas, eran parientes y la anciana decidió ayudarla.

Al llegar a las afueras de la ciudad, una carreta con un hombre que tenía varios jarrones de barro estaba esperándola.

Ella subió calmadamente y los dos salieron de la ciudad gracias a que el hombre era un mercader pequeño.

Yo estaba vivo, solo que no podía llorar.

Nací con tranquilidad, lo cual es raro para un bebé.

Seguramente la anciana buscaría la excusa para decir que morí.

Pero gracias a que no lloré, me pudieron secuestrar, alejarme de mi biológica familia y de riquezas que me esperaban.

La razón del secuestro era debido a que la mujer no podía tener hijos.

Y como había estado trabajando cuidando a la hija de su patrón, el cual no era un hombre desagradable como los demás, pudo aprovecharse de su bondad y planear robarme.

Ella era estéril.

Intentó tener un hijo, pero no podía, luego trató de ser embarazada por su patrón y tampoco funcionó, confirmando que ella era la del problema.

La ambición del Dios de la EspadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora