La ambición del Dios de la Espada

Capítulo 11 ─ Conde Hamilton

Nuevo capítulo queridos lectores.

Lamento la demora, estaba viendo algunos programas que no veía en mi infancia como Gárgolas y Malcolm, es increíble como algunos mensajes en un programa para todo público son tan profundos y muy críticos en nuestra sociedad actual. Con razón dicen que todo lo que salió antes del 2010 es una obra maestra, tienen razón.

En fin, para soltar un ligero spoiler, para aquellos que son sensibles solo diré que esto para mi es suave, no diré más, pero quedan avisados ya.

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El hombre frente a mí se presentó como el conde Hamilton.

Luego de presentarse nos llevó a mí y al cantinero a una habitación privada, donde nos sirvió un vaso de licor caro.

Lo acepté gustosamente pero no soy bueno bebiendo.

Tomé todas mis fuerzas y me bebí la bebida hasta el fondo.

Después de un amargo esfuerzo, logré pasar la fuerte bebida por mi garganta.

─Eso fue lo más intenso en mi vida.

─Nyajajaja. Los jóvenes de estos días no aguantan tragos débiles.

─En mi juventud, beber esto era como tomar agua. Si quieres tomar algo fuerte y probar tu hombría avísame.

─ ¡¿Hay algo más fuerte que esto?!

─Nyajajaja. Me agrada tu inocencia, chico.

Después de reírse un rato, colocó su vaso en la mesa.

─Bueno, vamos al asunto de traerlos aquí.

─Quiero agradecerles a ambos por su ayuda.

─No necesito que me agradezca nada, era mi trabajo.

Respondió el cantinero, el conde le preguntó con sumo interés.

─ ¿En serio? ¿Puedo saber la razón?

─Soy un caballero. Me dieron la orden de atrapar a Barossa, lo hice, ahora puedo regresar a trabajar a la capital.

La forma de responder del cantinero era educada, pero su expresión era muy aburrida, como si no tuviera vida al expresarse.

El conde asintió.

─ ¿Al menos puedes decirme tu nombre para enviarte un regalo de agradecimiento en la capital?

─Gram.

─... Ya veo.

El conde parecía sorprendido al escuchar su nombre─ Gram. es un buen nombre, por cierto.

Su mirada se centró en mí.

─Y tú Regulus-kun. ¿Hay una manera de agradecerte por tu ayuda?

─Umm, la verdad conde-sama, no necesito nada, ese tipo lo que hizo fue tomar a mi novia de rehén así que solo la defendí.

─ ¡Ohhh!

De repente, saltó de su asiento, era muy gracioso debido a su baja estatura como daba saltos como un niño.

─ ¡Increíble! Realmente hiciste algo que solo leía en libros.

Recompuso su compostura tras darse cuenta que actuaba extraño.