Capítulo 4 ─ Nubes Oscuras

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Otro capítulo más mis queridos lectores.

Con este llegamos a la mitad del volumen.

Si, tal como leyeron, la mitad ya que este volumen es corto ya que es solo introducción como todas mis novelas.

Lo mejor es que desde este momento dejamos en claro que cuando hay que ser graciosos, la situación lo es, pero cuando hay que ser cruel lo somos.

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Es increíble como ha pasado más de medio año desde que llegué aquí.

Según Shannon, estamos en octubre, faltan dos meses para que termine el año y uno nuevo comience, es increíble los días y meses que hay en un año.

Como tenía que trabajar para poder comer hoy, mandé a Russell a hacer una misión sencilla de recolectar hierbas, afortunadamente son hierbas no muy alejadas de aquí por lo que su cabeza no explotará.

Él bajó a desayunar antes, ahora yo iba a desayunar.

Tras bajar, por alguna razón encontré a Shannon decaída.

Ella estaba mirando la mesa con una expresión triste, le pregunté qué le pasaba.

─ ¿Te ocurre algo?

Ella se precipitó a cambiar su estado de ánimo.

─Ah, buenos días. No... no es nada. Solo pensaba en cosas inútiles. ¿Quieres desayunar verdad? Lo prepararé rápido.

Ella se apresuró en ir a la cocina y prepararme algo.

Tras desayunar fui al gremio para ver qué misión había hoy.

Al entrar me percaté que el lugar estaba callado, las voces eran bajas, era muy raro esto.

Me acerqué al mostrador y saludé como siempre a Jessica.

─Hola, hermosa señorita, ¿hermoso día no?

─Sí, lo es...

Eso fue raro.

Jessica generalmente me respondía de manera sarcástica o jalaba mis mejillas.

Pero ahora su mirada estaba apagada y deambulaba por doquier.

─ ¿Qué te pasa?

Pregunté intrigado, primero Shannon y ahora ella.

¿Será este la famosa visita mensual que dicen que tienen las mujeres?

Ella me respondió mientras trabajaba normalmente.

─No es nada. Es solo que el señor de estas tierras ha venido y se está reuniendo con el maestro del gremio.

─ ¿Acaso todos están así de callados por respeto?

También puede ser que le tengan miedo porque él es un noble y ellos unos plebeyos, tiene todo el sentido del mundo para mí ahora.

─Ah, ya terminaron de hablar.

De la parte superior escuché como se abría una puerta y unas personas conversando salieron.

─Sí, no se preocupe por favor.

─Bien, te encargo todo el trámite molesto, Bronson.

Bajando las escaleras vi a dos hombres, uno de ellos era el maestro del gremio y el otro un hombre que nunca había visto.

La ambición del Dios de la EspadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora