La ambición del Dios de la Espada

Capítulo 25 ─ Gente de la rosa y la espada

¿Cómo están mis queridos lectores?

Nuevo capítulo del último volumen del Dios de la Espada, escribo esto sin ánimos ya que realmente me duele que aún faltando 22 volúmenes termine aquí por culpa de Microsoft.

En fin disfruten el capítulo.

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Al entrar a la casa del conde, una chica de ojos azules, cabello rubio recogido en dos coletas, hermosa, alta y de buena figura nos miraba fijamente. Julie nos la presentó luego de que su padre la calmara.

—Ella es la única hija del conde, Rosette Zora Hamilton-sama. Aunque todos la llamamos Rose por petición de su padre.

Rosette, o mejor dicho Rose, nos miró profundamente mientras se acercaba.

— ¿Ustedes quiénes son?

Mary le saludó con los modales que aprendió de Julie. Levantó las puntas de su falda y se inclinó un poco.

—B-Buenas noches, joven señorita Rose. Es un placer conocerla. Yo soy Mary, una plebeya del pueblo...

—No me interesa. Lo que me importa es qué hacen unos desconocidos en mi casa.

Su mirada volvió a la de su padre.

—Cómo te decía, Rose. Ellos son unos amigos que conocí en mi viaje, pasaron cosas y me llevo muy bien con ellos.

Ella se acercó y le agarró del cuello.

—Es por esa razón que muchos nobles se burlan de ti. Eres un conde y demuestras debilidad a todos.

—No es debilidad, Rose. Formar vínculos con diferentes tipos de personas es importante para la vida de uno.

— ¡Es por eso que te metiste en peligro en lugar de salir huyendo!

—No...

— ¡Entonces, por qué te metiste en peligro!

—Porque es mi deber como noble ayudar al pueblo que no puede defenderse.

Ella se enojó y se fue por un pasillo acompañada de una sirvienta. Se detuvo un momento y dijo:

— ¿Qué crees que hubiera pasado conmigo si hubieras muerto por hacerle caso a las historias del abuelo? ¿Acaso tu hija importa menos que un montón de desconocidos que vivirán sin problema, pero tú no?

Creo que entiendo por qué se enojó. Ella está molesta porque su padre le contó cómo arriesgó su seguridad para ayudar a un montón de desconocidos.

Viendo a la madre de Mary, creo que entiendo por qué alguien lloraría cuando uno de tus seres queridos muere por desconocidos. Digo, este cuerpo tiene familia y no pienso en ellos ya que no significan nada para mí.

El conde se disculpó con nosotros.

—Lo siento mucho. Rose no es una chica agresiva, ella es una chica dulce que se preocupa por otros, pero lo que le dije que pasó debió afectarla mucho.

—Entiendo, no se preocupe, conde.

Mary le respondió al conde para que no se preocupara de que su hija generó una mala impresión. Julie nos dijo que debemos ir a comer ya que la comida está servida. Entonces, a comer.

◇

Julie me indicó dónde estaba mi habitación. Luego de entrar y cambiarme, alguien llamó a la puerta. La abrí y me llevé una sorpresa.