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Aun no podía olvidar la expresión de Jin al entregarle la planilla y que viera los datos:

Nombres: Danger.

Apellidos: Aun no tengo.

Edad: 28 años.

Sexo: femenino.

Fecha de nacimiento: 12/09/21815

Estado civil: Soltera.

Habitación: 135

Trabajos anteriores: Ninguno.

Cantidad de familiares dentro del Páramo: 0.

Responda las siguientes preguntas:

¿Sabe leer?: Sí.

¿Sabe escribir?: Sí.

¿Se encuentra en medio de algún compromiso matrimonial?: No.

¿Se encuentra en espera o busca tener hijos?: No.


A Jin le sorprendió la extrañeza de mi nombre, pero no dijo nada al respecto.

— ¿Por qué pones que naciste un par de días atrás? —preguntó como si fuera tonta, pero solo me encogí de hombros. —No tiene sentido si colocas que tienes 28 años.

—Siento que nací hace días, así que esa es mi fecha de nacimiento. ¿Es un problema? —pregunte a su vez curiosa.

Jin negó con la cabeza.

—No, tampoco me importa. Yo cumplí con tenerte registrada que es lo que realmente importa. —sello y firmo la planilla para luego guardarla en una carpeta, dentro de un archivo. —Ve a trabajar. Ya terminamos.

Al salir Vivi me esperaba y se emocionó conmigo cuando le dije mi nombre. Me agrado que alguien se sintiera tan contenta como yo por ese hecho. Parecía algo tonto, pero por primera vez sentía que era alguien, que otra persona podría llamarme y que podía escribir mi nombre para que otros supieran de quien hablaban.

Ese hecho hizo que el día fuera un poco más llevadero, incluso cuando Lea (la chica que había cocinado horrible las lentejas y había hablado con Jk) se me había acercado para gritarme de que volviera a lavar los cubiertos porque para ella estaban sucios.

Vivi le había sacado el dedo del medio a Lea cuando esta se dio la vuelta y nos reímos bajito para que no nos escucharan. Definitivamente estaba muy feliz, tanto que Jk lo noto cuando me fue a buscar esa noche al terminar el turno.

— ¿Qué te pasa hoy?

Me encogí de hombros, cuidando de no despegar mis brazos cruzados de mi cuerpo y eso también lo noto mientras caminábamos de regreso a nuestras habitaciones.

— ¿Qué tienes bajo la ropa?

—Nada. —respondí muy rápido y supe por la expresión de Jk que no había mentido bien.

Cuando llegamos a mi habitación entro detrás de mí y me hizo una señal con la cabeza para que le mostrará.

— ¿No puedo tener intimidad acaso? —me defendí.

—Puedes, pero en el momento que entiendas todo y sepas que es bueno para ti y que no. Muéstrame.

Suspire fastidiada y saque el libro de historia antigua que Vivi había prometido prestarme. Ella al ver que iba a salir con el libro en la mano me freno y me dijo que mejor lo ocultará, me fie de ella y solo lo hice. Guarde el libro bajo mi ropa y agradecía que no fuera tan grueso, de lo contrario no hubiera podido llevarlo.

El tiempo rojo (Bilogía El Tiempo #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora