14

66 10 1
                                    

"Prueba de aceptación:

Es una prueba donde se comprueba el estado físico del aspirante. Luego se le da una breve explicación de las pruebas y lo que debe hacer. En tu caso debo ser un poco más estricto por tener un entrenamiento previo, el cual nadie recibe.

-La primera prueba: Resistencia física.

Intenta fortalecerte lo más que puedas. Lo importante no será si le ganas a tu oponente, sino cuanto eres capaz de resistir. Aun así, te recomiendo que intentes saber dar unos buenos golpes para defenderte.

-La segunda prueba: Dominio de armas.

En esta tampoco va a importar si le das al blanco, pero prefiero que lo hagas.

Si algo pasa, no dudes en decirme. Te ayudaré en lo que pueda."


Jk había escrito la explicación de la prueba detrás de mi horario de entrenamiento y se lo agradecí internamente por decirme así fuera en un papel con su pulcra caligrafía.

Vestida con el uniforme y el cabello recogido en una coleta alta me sentí con ánimos renovados como para empezar con una nueva etapa: iba a poner todo de mi para escapar de allí.

No pensaba arruinar las cosas y quedarme en el Páramo toda mi vida. La vida allí era demasiado injusta como para aceptarla. Quería una vida tranquila, una donde no tuviera que pensar demás sobre lo que diría o haría, o donde no tuviera que desconfiar de todo los que me rodeaban.

Pero ese buen ánimo me duro poco tiempo cuando Trixie, mi entrenadora de combate, me estampo en el suelo por quinta vez, sacándome el aire y temblando por mis músculos adoloridos.

—¿Te rindes ya, Cerebrito? —soltó con burla.

Negué con la cabeza por puro orgullo mientras me ponía de nuevo de pie.

Esa mujer era más corpulenta y su cabello negro prensado en un moño alto hacía que resaltará aún más la dureza de su rostro. No iba a ser delicada conmigo por ser nueva o no tener experiencia.

Podía esquivar fácilmente algunos de sus ataques, incluso devolverle algunos, pero ella no jugaba nada limpio. No pude evitar soltar un grito cuando me mordió el brazo mientras le hacía una llave muy parecida a la que le había hecho a Alek tiempo atrás.

Se deshizo de mi agarre con una patada y me dio un puñetazo en el estómago que hizo que volviera a caer al suelo.

Escuche a varios de La Guardia alrededor de nosotras soltarle varios vítores a Trixie por darme una paliza.

—¿Te rindes ahora?

Escuchaba a mi alrededor que me gritaban que no lo hiciera, pero por supuesto lo decían porque no querían que el espectáculo se acabara.

—Trixie, los demás esperan para entrenar. No porque sea la nueva debes acaparar toda su atención. Debo enseñarle yo también. —era Jean. Acababa de entrar al cuadrilátero donde estábamos y me tendió una mano. —Vamos, necesitas aprender más cosas si vas a realizar la prueba en tres semanas.

Tomé su mano y me puse de pie con algo de dificultad mientras escuchaba los abucheos de los demás.

—Gracias. —le susurre, pero no dijo nada.

—De acuerdo. —habló Trixie y luego me miro. —Mañana a la misma hora aquí, flacucha.

Jean me llevo a otra zona de la Guardia donde solo había pesas, máquinas y equipos para entrenar. Allí las personas solo se ejercitaban, se estiraban en silencio y sin ponerle atención a los demás, ni siquiera a mí. Esa zona podría gustarme.

El tiempo rojo (Bilogía El Tiempo #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora