A pesar de que tenía varios días seguidos recibiendo la luz del sol, aun no me acostumbraba a lo brillante que era y lo mucho que podía llegar a sentirse su calor sobre la piel, era abrasador. Tanto tiempo encerrada en el Páramo me había hecho acostumbrarme a un ambiente oscuro y frío gracias a la Piedra Niel. Por lo que me sentía algo sofocada por el calor y además de eso no podía dejar de mover la cabeza de un lado para otro.
Todo a nuestro alrededor era algo nuevo, pero al mismo tiempo familiar, como si estuviera avanzando a través de un recuerdo.
Al principio nos habíamos encontrado con enormes edificaciones y sin muchas ventanas. Eran cientos de ellas y podía ver diferentes vías que las conectaban. Jungkook me había comentado que eran fábricas y esta era solo una parte de la ciudad, se le conocía como "Primera muralla" o "Área industrial".
Por supuesto, eso llevaba a que el tráfico no fuera tanto como cualquiera creería, de hecho, solo conté diez camiones más que el nuestro y un par de autos rodando por allí en dos horas.
Jungkook se desvió a una de estas fábricas cuando el sueño había vuelto a golpearme, pero me despabilé cuando vi que unos hombres salieron por una pequeña puerta del portón y se acercaron a la ventanilla de Jungkook.
El hombre rubio de mediana estatura que iba en el medio y parecía el líder, soltó una sonrisa burlona al vernos detalladamente, borrando su primera expresión hostil.
—Te dije que no vinieras tan pronto.
—¿Qué te puedo decir? Le cumplo a personas demasiado codiciosas. —le respondió Jungkook sin fingir absolutamente nada, mostró su expresión seria de siempre.
El hombre asintió y le hizo una señal con la cabeza hacía el portón. El gesto se me hizo extremadamente parecido al de Jungkook.
—Pasa. No queremos que nos vayan a grabar de más aquí.
El hombre le hizo otra señal a los demás y el portón se abrió luego de que uno de ellos apretara el botón de la pared, después de introducir un código en el panel.
Entramos y era un lugar lleno de camiones y algunas personas vestidas con un uniforme totalmente negro que movían maquinas o le daban órdenes a...robots.
Era imposible quitarles la vista a los robots. Algunos podían ser del tamaño de un humano, pero no tenían formas humanoides sino formas geométricas. Se encargaban de cargar cajas a los camiones y revisar listas bajo la supervisión de las personas. Era un ambiente muy parecido al de la Zona de Abastecimiento del Páramo, solo que este tenía cosas con más tecnología y la luz entraba en pequeñas dosis por algunos tragaluces en el techo del almacén.
—Espero que tengas una buena excusa para estar aquí. Es demasiado pronto para que volvieras con tu equipo. —dijo el rubio acercándose a nosotros mientras encendía un cigarrillo electrónico y se lo metía a la boca.
Baje del camión con la ayuda de Jungkook que quiso ser caballeroso. Aun así, lo miré detenidamente a ambos: se conocían, era obvio.
Jungkook no solo venía y conocía la Ciudad Amurallada, también tenía contactos.
—Ben, te presento a Danger, mi novia. —Inició antes de responder a su pregunta y Ben me dio la mano en forma de saludo—Era necesario venir esta vez. De dónde vengo nos estamos quedando sin suministros.
Ben hizo un gesto negativo y soltó un bufido mientras rodaba los ojos y soltaba el humo a un lado.
—Es mucho más que malo. Nadie sobrevive sin nada afuera. Es entendible. —dijo pensativo y luego miro al remolque del camión. — ¿Cuántos traes esta vez?
ESTÁS LEYENDO
El tiempo rojo (Bilogía El Tiempo #1)
Science FictionDicen que el fuego es quien hace correr a todos, lo que hace que la gente sienta miedo o se sienta en peligro y esa fue la sensación que sintieron las personas del Páramo al tener a una nueva inquilina que no tiene idea de quién es, pero que con sol...