Parecía mentira que en menos de un día un acto tan sangriento e inhumano hubiera traído orden y fingida paz entre los habitantes del Páramo. Ya no había reportes de personas heridas por luchar contra los trabajadores de la Ciudad que estaban en el bosque, tampoco parecía que nadie quería alterar el orden público porque ni siquiera escuchaba chismes o insultos por los pasillos o el pasadizo. El Páramo se había vuelto silencioso a pesar de la cantidad de personas que veía caminando a diario.
A pesar de ello, me arriesgue en contra de todo pronóstico y decidí salir de la habitación de Jungkook mucho más temprano de lo habitual, no me importo el frío que era mucho más fuerte de madrugada e intente no pensar que había dejado solo a Jungkook en la cama sin decirle a donde iría.
Llegue a la Guardia que estaba prácticamente desolada si la comparaba con las horas de las tardes o noches. Lo que estaban en el primer turno dormitaban en ciertos puntos del lugar sin prestarme atención, así que me sentía libre.
Entre a la zona de armas que estaba totalmente vacía. Allí camine por los pasillos hasta llegar al final donde había una puerta con un cartel hecho a mano que dictaba: "Prohibido el paso". Entre de todas maneras después de colocar el código y me sorprendí a pesar de que sabía lo que iba a encontrar allí: una pequeña estancia donde había dos jaulas anchas, de dos metros de alto y cerrada con demasiados candados como para creérselo. Esa era la cárcel del Páramo.
Una de las jaulas estaba totalmente vacía y en la otra vi un ovillo oscuro que estaba moviéndose para conseguir calor.
Me arrodillé en el suelo, al lado de la jaula y temblé al sentir como la piedra Niel me traspaso el frío a todo mi cuerpo a pesar de mi pantalón de por medio. Lo ignoré.
—¿Jean?
Se movió y me miro a través de la pequeña manta que le habían ofrecido. Al darse cuenta de quien era se sentó y me miro desde su posición.
Lucía triste, enojado y cansado. Las ojeras en su rostro eran extremadamente notorias al igual que sus ojos rojos de tanto llorar, también había perdido el color del rostro y ya no se veía como alguien fuerte y desbordaba belleza con su cuerpo bien formado y sus ojos azules, era todo lo contrario.
—No vienes a matarme, ¿Verdad? —negué con la cabeza y soltó una risa burlesca. —Claro, aquí nadie hace algo que realmente tenga sentido.
Podía ser, pero la verdad es que no lo mataban por mí. Jungkook sabía que era mi amigo y Namjoon lo usaba como método para controlarme o alterarme a su antojo. Pero Jean no sabía nada de eso. Lo único que sabía era que habían matado a Ashanti y cuando se enteró se alteró tanto que Jungkook prefirió encerrarlo antes de que cometiera una locura.
—No lo hizo, Danger. —susurro minutos después que nos quedamos en silencio. —Ella no...no haría...
—Lo sé. —lo corté. —No la conocía tanto como tú, pero sé que no estaba involucrada con Ian y su plan.
Jean enterró sus manos en su cabello y jalo un poco mientras cerraba los ojos con fuerza. Aun así, las lágrimas salieron y me mostraron todo el dolor que sentía.
Jungkook me había mencionado que cuando le mostraron el cuerpo de Ashanti grito y lo insulto tanto que pensó que iba a golpearlo, pero al final termino dándole un puñetazo a Hoseok cuando este le dijo las últimas palabras de ella. Se puso tan violento y fuera de sí mismo que ni siquiera dejaron que fuera hasta donde iban a enterrarla por seguridad.
Agradecí no tener que verlo, no iba a poder con eso. Así como tampoco me he arriesgado a saber sobre Vivi y Chan. No quería ver lo mal que estaban con la noticia.
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El tiempo rojo (Bilogía El Tiempo #1)
Science FictionDicen que el fuego es quien hace correr a todos, lo que hace que la gente sienta miedo o se sienta en peligro y esa fue la sensación que sintieron las personas del Páramo al tener a una nueva inquilina que no tiene idea de quién es, pero que con sol...