Conté hasta cien, tal y como Hoseok me había dicho, solo ahí me quité la venda que me había puesto para tapar mis ojos.
Me estremecí aun cuando tenía el abrigo que me cubría. Estaba rodeada de árboles de nuevo y a pesar de saber que eso era lo que pasaría, me costó moverme al sentir que el miedo me atravesó. Se sentía exactamente igual a cuando desperté antes de conocer a Jk, con la diferencia que esta vez estaba vestida acorde para estar en el bosque y con la seguridad de que iba a volver a la civilización que conocía.
Aprete los puños varias veces y empecé a susurrar palabras para tranquilizarme. Era lo que Jk me recomendó que hiciera si empezaba a tener pánico o tener ganas de gritar. Me tranquilicé a los minutos y fui capaz de pensar entre mis miedos y las ramas de los árboles.
Necesito saber dónde está el Páramo. —pensé. Era lo primero que debía hacer.
Intente mirar en todas las direcciones, hacia el horizonte, pero los árboles no daban la posibilidad de distinguir nada. Eran demasiados y podía estar mirando una montaña o simplemente un conjunto de árboles demasiados juntos.
La única solución que encontré fue subir a uno de los árboles. Encontré uno con suficientes ramas y sobresalientes en su tronco que me sirvió para subir un par de metros, allí vi la punta del Páramo, era demasiado pequeña y difícil de ver, pero era fácil de reconocer por el agua que corría de las otras montañas.
Estaba lejos y era lógico por todo lo que tuve que caminar con Hoseok para llegar a ese punto. Incluso estaba segura de que él ni siquiera había logrado llegar todavía.
Saque el reloj que Jk me había dado, lo guarde entre mi ropa sin que Hoseok se diera cuenta cuando me reviso por formalidad, para cerciorarse de que no llevará algún arma extra que me diera ventaja. Eran las 4:00am, lo que significaba que todavía tenía tiempo para realizar la prueba en un tiempo tranquilo, aun así sabía que no debía realizarlo a la perfección. Jk me pidió que intentara llegar casi al tope de tiempo. El único problema es que estaba demasiado oscuro.
Bajé del árbol con cuidado y comencé a caminar hacía el Páramo con un par de estrellas entre los dedos mientras recordaba los animales que había visto en el bosque: ardillas y pájaros no eran animales que se movían libremente por la oscuridad, los insectos eran demasiado pequeños al igual que las lagartijas. No recordaba algún otro animal que no fuera un Deformado.
Me trague el suspiro. Estaba siendo demasiado cuidadosa para no crear mucho ruido y no tener que cruzarme con algún Deformado. Había tenido demasiados encuentros con ellos por una vida y prefería evitarlos. Sin embargo, me fue inevitable recordar cuando entraron al Páramo y dos de ellos no me atacaron. A estas alturas pensaba que había sido una coincidencia o que quizás todo se había producido de esa manera en mi cabeza por una extraña razón.
Sacudí la cabeza. Necesitaba concentrarme en la prueba. Tenía que encontrar un par de conejos o algún otro animal para luego correr hacía el Páramo lo más silencioso y rápido posible. Aunque claro, otra parte difícil de la prueba sería encontrar la entrada.
Las ardillas no salen de sus madrigueras sino hasta después del amanecer, su visión es demasiado pobre en la oscuridad y sería una desventaja para ellos. Por lo tanto, estaban descartadas. No tenía tiempo para esperar que saliera alguna.
Algún tipo de ave tampoco, al menos que sea un búho.
Empecé a enumerar los animales que conocía a medida que caminaba y me frustraba saber que la mayoría de animales estaban extintos y no podía hacer nada para que los que quedaban salieran de sus escondites en un horario fuera de su ciclo diario.
¿Cuál es el fin de esta prueba? —pensé interrumpiendo mi anterior pensamiento referente a los animales. En la primera prueba el objetivo no era ganar, había sido ver la naturaleza de la persona contra un momento crítico de violencia. ¿Qué quería estudiar Jk de esta segunda prueba?
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El tiempo rojo (Bilogía El Tiempo #1)
Ciencia FicciónDicen que el fuego es quien hace correr a todos, lo que hace que la gente sienta miedo o se sienta en peligro y esa fue la sensación que sintieron las personas del Páramo al tener a una nueva inquilina que no tiene idea de quién es, pero que con sol...