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Namjoon se puso de pie de un saltó al escucharme hablar. Estábamos en su oficina con su escritorio entre ambos. Su enojo era demasiado palpable y yo intentaba aparentar serenidad, aunque creía que estaba fallando. Sobre todo, porque mi nerviosismo junto al frio de las paredes me hacía temblar ligeramente.

—¿Qué acabas de decir?

No baje la mirada, me obligue a no hacerlo a pesar de que fue lo primero que pensaba hacer.

—Que haga las cosas justas. Que detenga lo que le están haciendo a mis amigos o le diré a todos la verdad sobre todo lo que posee junto a Penny.

Su rostro se empezó a tornar roja de la rabia y empecé a enumerar todas las cosas de su escritorio que podía utilizar como arma en caso de necesitar defenderme. También la velocidad que debía usar si debía correr hasta la salida. Namjoon me sorprendió segundos después. Relajo los puños y tomo un par de respiraciones antes de mirarme.

—Decir eso también le afectaría a Jk. A nadie le gustará que él haya participado en esto.

—A él no le importa. —mentí. —Resulta que en la Guardia están haciendo cosas fuera de sus deberes simplemente porque quieren que estemos fuera.

Rodo los ojos y desee con todas mis fuerzas que no se diera cuenta que acababa de mentirle. Algo de lo que siempre me había acusado.

—Solo pido que le devuelvan el empleo a Vivi y a Ashanti, y que al resto nos dejen de molestar. Es todo. —seguí. —Solo quiero que todo vuelva a ser como antes.

En esta ocasión él frunció el ceño.

—¿Eso nada más? —Asentí. —¿No quieres más piedras Niel para ellos? ¿Trabajos más remunerados o cargos más importantes?

Lo pensé por un segundo y negué al instante con la cabeza.

—No.

—¿Por qué?

—Porque merecen tener una vida donde puedan valerse y salir adelante por ellos solos, pero esta situación de injusticia es algo que no solo les afecta a ellos, también le afecta a la vida rutinaria de todo el Páramo.

Namjoon volvió a sentarse en la silla y suspiro.

—¿Y tú que quieres?

—Solo que me dejen en paz.

Se quedo en silencio por un largo. Momento que yo pude notar por primera vez que utilizaba ropa prácticamente de igual calidad a la mía y los demás del Páramo. Pero eso no significaba que en su habitación tuviera trajes de gala o ropa más vistosa y que gritaba "caro" por todos lados.

—¿Le has dicho a alguien más? ¿Alguien más, además de Jk, sabe sobre lo que hay adentro de mi habitación y la de Penny? —dijo al fin.

Me encogí de hombros.

—No me interesa hablar de tu mala y deficiente gestión, pero si algo pasa, créeme que alguien más va a saberlo y no puedo controlar lo que esa persona quiera hacer con esa información.

Namjoon no podía apretar más su mandíbula porque no podía. Estaba segura que estaba arrepintiéndose de haberle hecho caso a Penny para tenerme cerca.

—Al final si eres como cualquier Cerebrito. —dijo con desprecio. —utilizas toda la información a tu favor. No me convenció tu discurso de buena persona, porque los de tu clase nunca lo son. Solo les gusta llamar la atención y gritar que hacen cosas por los demás, solo buscan la glorificación de otros.

Trague saliva e intente que eso no me afectará, pero lo único que pensaba es que cada vez que alguien hablaba de las personas de la Ciudad solo me hacían pensar que eran unos monstruos, igual que mis padres...o peor.

El tiempo rojo (Bilogía El Tiempo #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora