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Capítulo XIXLos adultos se miraron entre ellos, al escuchar la pregunta de la rubia Skeeter.
–Y bien señores ¿Es cierto que los matrimonios entre ustedes solo son una mera formalidad? Un truco publicitario para que se olviden los rencores de la guerra.
Lucius se tensó furioso por la calumniosa pregunta de la rubia y Remus se acercó a este colgándose de su brazo.
–Lo siento, pero llevamos un poco de prisa, pues ya quiero llegar a mi casa y no podemos detenernos a responder sus absurdas preguntas.
Sirius sonrió y tomó de la cintura a Severus avanzando por los pasillos, mencionando en voz alta.
–Creo que una casa cerca de Wiltshire me gustaría, de ese modo estaré cerca de Harry y Remus ¿Qué opinas?
–Me parece bien, me gusta el lugar.
Los reporteros no perdieron detalle de lo que iban comentando esos dos, dejando en paz a Remus y Lucius que se tuvo que sostener a su esposo:
–¡¿Qué pasa Lucius?!
–¡Con un Dementor ! –maldijo el rubio en voz baja– ¡Sácame de aquí! El perfume de esa arpía me ha revuelto el estómago.
Remus se apresuró y casi corrió pasando a la otra pareja. Lucius logró a llegar a los servicios de caballeros y Remus no lo dejó solo ni un instante, ayudándole, limpiando su frente y sosteniendo su cabello en lo que este vomitaba.
Sirius y Severus arribaron al lugar, estado seguro de haber despistados a los reporteros y permitido que los jóvenes pudieran salir del lugar sin ser molestados, y de que Remus y Lucius pudieran llagar a los servicios.
–¿Entramos?
–Yo no, no quiero imitar a Lucius.
-¿Está...? –dijo el animago con un gesto.
–Creo que sí, pero es que no ha tomado la poción para las náuseas.
–¿Por qué?
–Debo hacer pruebas, pues no sabemos si el no nato puede ser alérgico o no funcionara en él por su herencia...licantropa.
–Pero me temo que tendrás que pedir ayuda para acomodarla para él, no puedes estar cerca de las pociones.
Severus miró asintiendo a Sirius.
–Lo sé, pero es por el bien de ellos. –comentó Severus acariciando su vientre sin girar a ver y es que una mosca estaba cerca de estos... –Se lo pediré a Draco.
–Bien.
Poco después los dos rubios salían y Remus explicó:
–Creo que tendremos que viajar en transporte mágico. Lucius no soportará la aparición ni la red flu .
–La aparición está fuera de nuestro alcance en este estado –señaló Severus.
Los cuatro adultos salieron por fin del lugar y Remus llamó a un elfo de la mansión para que mandara el carruaje familiar que los llevaría a Wiltshire.
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Minutos antes, Draco y Harry conversaban con los Weasley Zabini.
–Nos acompañan a casa –afirmó Draco.
–Tienen que, trajimos recuerdos para todos.
Zabini miró con curiosidad al moreno, pues eso no se acostumbraba entre ellos, mas Ron dijo:
