Capítulo IX
Remus se fue acercando a Sirius y este movió la cola feliz de verlo vivo, Harry por su parte sonrió radiantemente, pero no hicieron nada más, pues en ese momento su futuro se estaba decidiendo. Lucius entregó el pergamino a Hermione que lo leyó en voz alta y al terminar, ella se dirigió a los Slytherin.
– Nosotros lucharemos contra él, pero primero hay que hallar y destruir los Horrocruxes .
– Eso no llevará a mucho trabajo, si nos describe como son o que esperamos encontrar...
– Reliquias que pertenecieron a los fundadores de Hogwarts.
Severus comentó:
– Eso es fácil, el Señor los debe tener en su habitación.
– Pues casi todo está en orden y solo resta... –Lucius se quedó callado un momento– Disponer las parejas.
– Antes debemos pasar a un punto muy importante... el de los herederos –confirmó Hermione.
Los Slytherin vieron con suspicacia a la chica, pues esa información no era pública y Severus comentó:
– ¡Oh claro el señor Longbottom!
– Cierto solo un traidor a la sangre sabría de esa costumbre –dijo venenoso Lucius.
– ¡No le llames así! –se molestó a Harry.
– Mira Potter no porque hagamos este trato, significa que seremos los mejores amigos del mundo o que olvidaremos nuestras creencias así como así –dijo Draco– De ustedes depende ¿Lo aceptan de ese modo o no?
– Tampoco ustedes son el premio mayor –mencionó Harry aun molesto.
– Pues te aguantas si quieres vivir –terminó el rubio menor.
Los ojos plateados y los verdes se miraron retándose. Severus se adelantó y dijo:
– Es mejor que elijamos de una vez.
– ¡¿Por qué elegirán?! –se quejó Ron.
– Porque somos los que no están prisioneros ya punto de morir, comadreja –explicó sarcástico Draco.
Hermione se tensó, pero esperó que esas taimadas serpientes se hicieran su siguiente jugada.
– Yo ya él eligió –comentó Lucius– y Lupin será... mi... eso ...
Al rubio le costó trabajo aceptarlo. Todos los prisioneros y Sirius fijaron su vista en el licántropo:
– Sí, yo estoy de acuerdo.
Severus caminó como dirigiéndose hacia las celdas y el perro se interpuso en su camino.
– Hazte a un lado chucho.
El animago ni se movió. Lucius se hizo para atrás acercándose a Draco y le susurró:
– Creo que Black no permitirá que Severus se case con otro.
– Ya lo suponíamos.
Los dos rubios no estaban muy equivocados y es que Sirius, no se retiróba del frente de Severus. Hermione cambió de opinión y explicó:
– En nuestros puntos consideramos la opinión de todos nosotros, incluido Sirius.
– ¿Y? – preguntó y molesto Snape.
