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Capitulo XVILos cuatro magos caminaron fuera del recinto, seguidos por los ojos de Olliver quien sonrió, pues Harry no parecía muy unido a su esposo, por lo tanto él tenía una oportunidad. Al estar fuera del Ministerio , los magos caminaron por las calles a paso veloz. Sirius y Severus franquearon a Harry para que nadie se le acercara.
–Llegué tarde, porque la gente no me permitió pasar y Olliver... llegó a ayudarme...
–Ya hablaremos Harry –calmó el animago .
Severus no hiso el intento de intervenir, estaba demasiado conmocionado por lo que habia sucedido y solo pensaba en una solucion al problema. Lucius fue el primero en llegar a la chimenea y ahí esperó a los otros, al verlos llegar, tuvo que detener la furia que le bullía en el interior. Uno a uno los magos fueron yéndose y el último fue el rubio Malfoy.
–Pueden esperar en la sala verde, yo tengo que buscar a Draco.
Severus avanzó y Sirius y Harry lo siguieron, pues no sabían cuál era la sala verde. Llegaron a un salón con grandes puertas y entraron; ahí estaban Remus y Narcissa que al verlos preguntaron:
–¿Cómo les fue? Seguro que exonerados ¿no? –dijo Remus.
Narcissa escaneó a los recién llegados y preguntó:
–¿Dónde están Lucius y Draco?
Severus la ignoró y fue a servirse una copa o eso pretendía.
–Ni lo intentes Sev.
–Oh cierto...
Severus se sentó y esperó a que los ex leones se sentaran.
–¿Y qué hacen ahí? Siéntense que esto será largo. –confirmó Severus.
–¡¿Qué sucede?!
Severus miró a la rubia y comentó:
–Simplemente tu hijo no fue exonerado y en cambio está a prueba con posibilidades de ser encerrado en Azkaban .
–¡Severus! –regañó el animago a su esposo por la crudeza de la explicación.
Remus se levantó y caminó hasta Harry.
–¿Fuiste al Wizengamot ?
-Si...
–¡¿Y entonces?! – preguntó nerviosa Narcissa.
En ese momento Lucius entró y fue a servirse una copa.
–Ya basta. En todos los casos no solo es culpa de Potter, sino de personas que se inmiscuyen en lo que no les importa –sentencia Lucius– Draco no está, seguro no quiere ver a nadie en este momento. Escucho sugerencias, pues en este instante no tengo idea de que hacer para sacar de este lio a mi hijo.
Severus miró a su amigo, luego a Lupin ya Narcissa, después a Harry:
–¿Qué sucedió? ¿Por qué no llegó el señor Potter?
–La verdad es que yo también tengo esa duda Prongsy.
Harry se quitó el cabello y suspiró abatido:
–Esta mañana la señora Narcissa me preguntó...
Harry relató lo sucedido, con alguna intervención de Remus y la propia Narcissa.
–Llegando a Londres mágico, me dirigía a la audiencia, pero la gente se me acercaba y no me permitía pasar...
El de ojos verdes siguió a su confesión...