Capítulo 51

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Había colapsado, mi cuerpo y mi mente dijeron basta al mismo tiempo.

Me hice daño, me hice muchísimo daño a mi misma no solamente tomando hasta más no poder, más bien me hice daño dejando que mi mente tome la libertad de llegar a lugares muy oscuros imaginando todas las cosas posibles y peor aún sacar de contexto la realidad de muchas otras, llevándome a un agotamiento total y absoluto.

Todo lo que viví en estos últimos días, más bien en estos años sumado a mi absurda idea de que Yurielkys Ojeda siempre pudo y puede con todo, solamente llevo a estrellarme contra un paredón que por primera vez en mis 29 años me hizo reconocer que no... no puedo con todo y esta bien, nadie en este mundo puede enfrentar batallas internas y externas solo.

Desde hace 10 años mi mente no calla saben?, 3650 noches fantaseando joderle la vida a todas las que jodieron la mía, un siglo marica donde lo único que hacía era autodestruirme día a dia... sin hablar, sin escuchar y lo peor de todo fingiendo que nada de lo que paso me afectaba, podia estar parchada de lo más normal sin demostrar ningún tipo de sentimiento pero por dentro mi cabeza y mi cuerpo eran el mismísimo infierno.

No paro por ahí, siguió al encontrarmela después de tiempo de la nada, la locura de cruzar el Darién, llegar a Miami sin saber inglés, conocer y desconocer personas, encontrar trabajo, saltar a la fama en cuestión de horas, tantas camaras persiguiendome, encontar a Samilu siendo Samilu... simplemente me hizo pasar lo mismo que le reproché a Valeria... me apagué como si fuera un celular cuando se le agota por completo la batería.

El gran peso que siento sobre mis hombros, estar en abstinencia de contacto con ella, tanta información, noches sin dormir, no alimentarme bien, fantasmas del pasado haciéndose presentes me llevó a reaccionar pero no buscando ayuda, ni tampoco permitir cosas como por ejemplo aceptar la conversación que nos debemos con Samilu, tampoco gritándo o pegandole coñazos a todos los que se me cruzaban... me llevó a beber, ingiriendo tal grado de alcohol lo que me llevó a un coma etílico.

Después de 14 horas en urgencias, 9 horas y 30 minutos de ellas en coma según Francisco ya que de mi parte solo recuerdo poco de la cena para luego despertarme con sonidos de máquinas tomándome los signos vitales y el bendito suero lastimado otra vez mi brazo izquierdo, en una fría habitación de un hospital otra vez pasando las últimas 4 horas y 30 minutos más largos de mi vida para porfin estar en la cómoda cama del hotel en Manhattan.


Deberías darte una ducha Yuri - dijo Isa acomodando varías botellas de agua en la nevera del cuarto - no quiero que te sientas mal por lo que te voy a decir, pero estas apestando a alcohol bebé

Respiré profundo y si, un asqueroso olor a alcohol saliendo de mis poros inundó mis fosas nasales dándome una arcada casi instantánea.

Si - dije dándole la razón haciéndo una mueca de asco - ahorita vuelvo

Tranquila bebé, tómate tu tiempo... cualquier cosa háblame que aquí estaré - sonrió


Me metí a la ducha directamente a hacer lo mismo de siempre, sentarme mientras el agua hirviendo caía sin parar sobre mi.
Es loco reconocerlo pero hasta fue chevere estar en coma ya que literalmente en todo ese tiempo no sentí nada, nada de nada pero poco a poco mi cuerpo volvió a sentir el peso y mi mente empezó a hablar otra vez.

Lo primero? Valeria.

La extraño de una forma absurda, pa que no reconocerlo cuando si, quiero saber de ella, quiero escuchar su voz, quiero ver sus ojos su sonrisa, quiero sus besos su cuerpo, la necesito tanto que por primera vez no estaba recordando lo que dijo Samilu pero... pero la mente juega muy muy sucio.

Dulce Venganza  - Yuleria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora