Scarlett Hobbes, perdonará a Harry después de lo que este le hizo? Podrán volver hacer sus vidas otra vez? Llegará ivana otra vez con un plan nuevo?
Muchas preguntas verdad? SI quieres saber todas las respuesta, ven .
El sol traspasa las cortinas de mi ventana y los rayos del sol me despiertan. Siento como los brazos de Gregg me tienen todavía atada a su cuerpo. Dejó escapar una grata sonrisa. Quitó sus brazos y me dirijo al baño, pero antes veo mi móvil y veo que son las doce del día, tenía un mensaje y era de Liam.
"Pasaré por ustedes a las siete en mi casa. Te quiero enana, nos vemos en un rato. Xx"
"Está bien Liam, nos vemos en un rato tonto, yo también te quiero. {No entiendo por qué ponen sus tontas Xx pero Xx."
Entro al baño y tomó una rápida ducha. Estaba exhausta, pero a la vez muy relajada. Salgo de la ducha y me tapo con la toalla. Salgo del cuarto y voy hacia mi maleta ya que no pusimos nuestra ropa en el armario ya que cierta persona estaba... un tanto urgido. Solté una risita inocente y fui hasta la maleta.
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Sentí unos brazos rodearme la cintura y solté una risita. Voltee a ver a Gregg y le di un rápido beso.
― Te quiero volver hacer lo de anoche linda ― susurro.
― Tengo que vestirme. ― le dije ― Lo siento.
― Vamos linda, estoy vestido para la ocasión.
― No llevas nada.
― Ese es el caso ― dijo riendo.
― Vete a bañar Gregg. ― le dije empujándolo para que entrara al baño. Asintió y se fue.
Tome la ropa que tenía y me vestí rápidamente. Me puse un poco de maquillaje, gloss rosado, un poco de rímel, y rubor en mis mejillas.Deje mi linda cabellera suelta y tome unos zapatitos del mismo color que mi chaqueta y sonreí al espejo.
Gregg salió del baño con una toalla blanca en su cadera, me sonrío y me mordí el labio al verlo todo mojado y con el pelo desordenado. ¡Empezaba hacer calor!
― Que linda te ves amor ― me dio un rápido beso en los labios.
― Gracias cariño ― le conteste y sonrío se dejó caer la toalla al piso y sonrío.
― ¿Me vistes? ― solté una fuerte carcajada. ― Ya, me vestiré yo solo. ― Se puso unos bóxers y entonces escuche llorar a un niño. ¡Alice!
Salí corriendo del cuarto y fui al de Ally. Entre y ahí estaba ella sentada llorando fuertemente mientras se tallaba los ojos con los puños. Me acerque a ella y me senté a su lado. Se paró y me abrazo.
― ¿Qué pasa cielo?
― Mami ― gritó sollozando.
― ¿Tuviste un mal sueño? ― le pregunté y asintió. ― Ya, cariño. Ya paso ― dije mientras le sobaba la espalda. Y entonces entró Gregg con una musculosa manga larga pero le dobló los brazos y unos jeans color caqui y unas botas cafés. Se acercó a Ally y cargo a la pequeña niña.
