Everything Has Changed |Harry Styles| - EDITANDO -

Capítulo 28

{Narra Scarlett}

Me abrazaba fuertemente a Gregg quien lloraba desconsoladamente en mi hombro. Había pasado un día desde que había llegado a New York, y a un no teníamos noticias de la desaparición de los padres de Gregg. Él no lo aguantaba más, estaba tan triste, tan deprimido. Cómo nunca lo había visto. ¿Y quién lo estaría si sus padres desaparecen? Las esperanzas eran escasas.

Ahora un policía nos miraba con tristeza. Nos había dicho que no tuviéramos muchas esperanzas. El avión había explotado, y no era muy probable que hayan sobrevivido. El avión o más bien los pedazos del avión estaban esparcidos a 200 metros del punto de choque. .Seguían buscando... cuerpos. Porque todos sabíamos que nadie había sobrevivido.

― Gracias Oficial. Si encuentran algo, háganoslo saber. Por favor. ― el oficial Taylor era un hombre alto y delgado con cabello castaño y ojos negros como la noche. Su rostro mostraba seriedad, pero en sus ojos se veía la lástima que sentía por Gregg.

― No dejen de buscar ― gruño Gregg con exasperación.

― No podemos ahorita. Seguiremos mañana, pero... ya estén preparados.

― Si saben algo. Por favor oficial, díganos. ― el oficial Taylor asintió.

― Si señorita Black. ― Sin más se dio la vuelta y salió de la habitación dejándome a solas con Gregg y su hermano Cristóbal. Mire a los dos y ambos estaban con la mirada perdida. Mi corazón se encogía. Estos chicos eran de verdad buenos, y no podía creer que esto les esté pasando a ellos. No se lo merecían.

― Lo siento chicos. Todo va a salir bien. Tienen que tener Fe. ― Ninguno me contesto. Sé qué ellos no tienen ganas de hablar, pero si querían lo pueden hacer conmigo.

No sabía que más decir. El gato me había comido la lengua, literalmente.

― Gregg, creo que debes descansar ¿Desde cuándo no lo haces? ― le pregunte, ya que tenía unas enormes ojeras. Se ve que no ha dormido por muchos días. ― Ven, vamos tienes que acostarte. ― le tome del brazo y lo obligue a pararse. Parecía un zombi. Eso sin duda me estaba destruyendo el corazón.

Yo, el Londres besándome y gozando la vida junto a Harry, cuando él estaba devastado aquí. Sin consolación. Ahora me volvía a sentir mal conmigo misma. ¿Qué se supone que debía decirle? Las palabras simplemente no se formulaban en mi mente.

Lo lleve hasta su habitación en casa de sus padres. Sin duda, los padres de Gregg tenían mucho dinero. La casa de los padres de él era simplemente enorme, muy grande. Tenía muchas habitaciones, alberca, zona de juegos, comida, tenía de todo. Era una mansión.

En cuanto llegamos hasta la habitación de Gregg lo deje en la cama y le quite la ropa. Él no hacía nada, solamente tenía la vista perdida. Necesitaba dormir.

― ¿Gregg? ― le susurre. El me miro por primera vez. Su mirada era acusadora. Eh hizo que un escalofrío pasara por mi espina dorsal.

― ¿Qué?

― Por favor... no estés así. Te lo ruego. ― situó su mirada en el ventanal de su habitación, de su gran habitación. La luna estaba en lo más alto del cielo, iluminándonos.

― ¿Cómo quieres que este? ― preguntó con la tristeza palpable en su voz ―. Mis padres están desaparecidos de días. ¡No hay esperanzas! ¡Están muertos!

No pude evitar no soltar unas cuantas lágrimas silenciosas. No podía entender el dolor que él sentía. Me sentía tan mal por él, porque su familia me miro cuando ninguna persona era buena conmigo.

Sus padres podían tener mucho dinero, pero eran muy humildes conmigo. Las pocas veces que los vi trataron como alguien más de la familia. Ellos me querían y yo a ellos. Eran buenas personas, que tenían un enorme corazón, personas que valía la pena conocer.