BESTIA MORTAL [LIBRO 2]

33. Secuestro (Resumen)

Los capítulos a partir de ahora solo serán resúmenes. Por falta de tiempo, ya no podré escribir como antes. No quería dejarles con la duda de como iba a terminar la novela, por eso tomé la decisión de hacerlo de esta forma. Descuiden que volvere a escribir los capítulos narrados por los personajes y con los diálogos incluidos cuando tenga el tiempo libre pero por el momento será así.

33. SECUESTRO

Christa despierta y oye atenta la conversación de la pareja. No le importa sus heridas y se levanta para recriminar a su tía embarazada por no decirle la verdad, tal vez así ella se hubiera evitado tanto dolor y sufrimiento. Inicia una discusión en donde Bella se enoja porque siempre su sobrina para pensando en Alfa y se olvida de su familia y todo lo que le rodea. Por culpa de aventurarse fuera, su sangre atrajo a criaturas desconocidas y todo el pueblo está siendo acechado. Nadie puede entrar ni salir del pueblo, ni siquiera los hijos de Bella podrán volver hasta que todo se solucione.

Christa le grita que no le importa nada de eso, si le dejaran salir; fácilmente acabaría con simples infectados. Ya una vez se había enfrentado a cincuenta de ellos y sin ayuda. Su tía la terminó por abofetear y los gritos de su sobrina cesaron. Totalmente estupefacta por esa muestra de violencia; Christa guarda silencio al no tener palabras. El golpe que le dio le dejó una marca rojiza en la mejilla y tres rasguños por las uñas que no supo controlar.

Bella estalla de furia y Ezra se encoge de hombros temeroso, ya se sabe a ciencia cierta quien es la dominante de su relación marital.

No duda e insulta y denigra a Alfa llamándolo monstruo, asesino y a Christa por ser una ciega al dejarse engañar por tal tujllaki.

Bella no midió sus palabras al sentirse triste porque ya no verá a sus hijos y por los cambios de humor debido a su embarazo, agregándole todo el cambio que padeció su sobrina por culpa de Alfa.

Pero de lo que se olvidó Bella es de que su sobrina no era un ser humano común y sin medir las consecuencias de sus actos; Christa le devolvió el golpe.

Había formado un agujero y grietas en la pared y una anonadada Bella miró a su costado sin creer la tremenda fuerza que su sobrina siempre tuvo y se esmeraba por ocultarlo de los demás.