22. Lecho de Flores. (Renovado)

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Desde tiempos antiguos en la que el hombre olvidó por completo su pasado; el mundo estuvo regido por familias poderosas, ocultas en las sombras de cada forma de gobierno

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Desde tiempos antiguos en la que el hombre olvidó por completo su pasado; el mundo estuvo regido por familias poderosas, ocultas en las sombras de cada forma de gobierno. Reyes, emperadores, ministros, presidentes; eran simples marionetas de los verdaderos dueños del poder. Ni una sola alma ordinaria del planeta sabía de la existencia del Gran Gobierno, como se hacían llamar. Actuaban en silencio detrás de la personificación de sus políticos, deseosos por saber que familia era la más adecuada para comandar al resto.

La familia Hamilton eran personas que estaban por delante de los demás, no por algo se hacían llamar «La espada del Imperio Británico». Su poder no solo estaba en las empresas petroleras y su fama por ser antiguos caballeros que creaban futuros reyes y reinas para la corona sino también en los juegos de azar teniendo alrededor de un centenar de casinos repartidos por todo el planeta. Eso incluía al bajo mundo dónde dirigían una asociación clandestina de prostitución y venta de armamentos ilegales a los países como Estados Unidos o Rusia. Personas reconocidas como el Papa, políticos de países bajos y estrellas de Hollywood; temían nombrar a la familia en sus oraciones.

Fueron los líderes por más de doscientos años y nadie se atrevía a quitar el trono a esa familia que portaba sangre dorada. Nacían siendo gobernantes por derecho y seguían con la sucesión los futuros hijos productos de relaciones entre hermanos o primos para así preservar los genes de un auténtico doberman. Se convirtieron en una gran amenaza para las demás familias y más aún cuando se desconocía por completo los secretos más perversos de un Hamilton.

«No tientes al doberman».

Cada miembro que se convertía en la cabeza de la familia estaba obligado a proteger los secretos y jamás abandonar el territorio. Eso incluía en buscar la forma de seguir preservando la sangre hasta que la predicción se cumpliera.

— ¿Sabes la razón de por qué mis antepasados estaban tan desesperados por buscar la manera de concebir más hijos doberman luego de que las relaciones incestuosas desaparecieran en mi familia?

— Eso es clasificado, señor. No debería estar contando los secretos de su familia a la ligera.

— Tienes que saberlo, Smith. Si algo me llegara a pasar, tú tendrás que encargarte de ella para que cumpla con esa tonta profecía—. La mirada del anciano recayó en la niña que fue creada exactamente igual a su ya fallecida hija—. Los antiguos señores de la casa Hamilton podían procrear un hijo con sus hermanas, pero por extraño que parezca; las mujeres se volvían infertiles después de engendrar al primogénito.

BESTIA MORTAL  [LIBRO 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora