BESTIA MORTAL [LIBRO 2]

15. El Divino Progenitor.

— Despierta, querida—. La extraña voz era lejana pero aún se mantenía constante en mis oídos. Un dolor profundo se instauró en mi cuello y muñecas, abrí mis ojos ante la molestia y quedé impactada al ver cadenas en mis partes mencionadas siendo imposible el poder moverme.

— ¿Está es la niña que posee maná?

Una mujer increíblemente alta y de vestimenta igual a la mía se acercó  para tomar mi rostro e inspeccionar cada detalle de mi. Sus facciones eran perfectas y los adornos que llevaba la hacían ver más hermosa de lo que es, me hacía recordar a las mujeres de las revistas dónde la madre de Nicholas trabajaba como gerente general.

— ¿Quiénes son ustedes?—. Demande saber algo que provocó una sonrisa por parte de la mujer y de los otros dos.

— Somos los amos y señores del universo, pequeñita—. La mujer jugó con mi nariz, algo que no me agrado por lo que me moví con brusquedad.

— Ustedes ordenaron matar a mis padres.

— Solo queríamos tener una conversación amigable con el profesor, quién se negó profundamente por lo que no tuvimos de otra que eliminar todo rastro de que nuestros tujllakis estaban ahí y eso también iba para ti.

— Pero con lo importante que eres, será imposible llevarte rápido con tus padres—. Uno de ellos sonrió logrando que mi ceño se frunciera.

— ¿Qué es lo que quieren de mi?

— Nosotros no queremos nada. Con el que tienes que lidiar es con nuestra mascota. Z-1, ven aquí y saluda a tu contenedor de maná.

¿Maná? ¿De que hablaban?

De las profundidades surgió un tujllaki enorme quién gruño al verme causando que lo viera con temor. Recordé aquél código con lo que llamaban al padre del tío Ezra y juró que se me salió el alma de mi cuerpo por lo aterrada que estaba al estar frente a mi mayor temor y eso que recién lo conocía. Pero con las historias de terror que me solía contar Orión sobre un tujllaki devorador de humanos, siempre me solía meter debajo de mis sábanas.