Abrí mis ojos repentinamente. Mi rostro yacía contra la dureza y humedad del suelo, poco a poco logré incorporarme sujetando mi cabeza por el fuerte ardor que sentí emanar de la zona donde fui golpeada. Intenté buscar mi mochila por todos lados pero lastimosamente no logré hallarla, sorprendida observé que no llevaba mi ropa y en su lugar tenía puesto una toga femenina de falda suelta que me llegaba hasta las rodillas siendo del color de la pureza.
Unos brazaletes adornaban mis muñecas que sostenían la capa de la parte de atrás haciéndome ver como una especie de ave, hermosas pulseras de un extraño metal yacían en mis pies portando bellas piedras coloridas. Curiosa empecé a tocar mi cabello que estaba sujetado hacia atrás en una trenza con algunos mechones que caían por mi rostro y siendo decorado por extrañas flores que no me eran conocidas. Un sonido que parecía ser cadenas siendo arrastradas me sacó de mi completa inspección, levanté la mirada tratando de ver qué era lo que provocaba el sonido y cuándo lo vi mis piernas comenzaron a temblar por sí solas. La piel se me erizo al presenciar frente a mi varios perros horrorosos sin ningún pelo que lo cubriese. Lentamente me fui hacía un rincón aterrada al ver tantos y más aún porque no había nada aquí con que defenderme.
En un descuido de mi parte, uno aprovechó para saltar contra mi y a duras penas logré salir viva de eso pero no podía decir lo mismo de mi pierna que se vio lastimada a causa de sus garras.
Una bestia negra hizo su aparición levantando a esos perros entre sus extremidades y arrojarlos lejos de mi. Permanecí petrificada viendo todo el combate sangriento, la forma en cómo luchaba contra ellos me recordaba a las peleas clandestinas que tuvieron que sufrir la mayoría de los perros Hamilton incluyendo a Hades. Solté un grito cuando el cuerpo inerte de aquél ser cayó a mis pies, alce la mirada y desee que la tierra me tragase al verlo frente a mi sosteniendo entre sus fauces la cabeza de un perro.
Dejé mi miedo en el olvido al reconocer que se trataba de un tujllaki, y no una cualquiera sino un conocido. Las cicatrices que portaba me hicieron identificarlo de inmediato. Era mi tujllaki. Quise decir algo pero me detuve a hacerlo sabiendo que no me entendería.
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BESTIA MORTAL [LIBRO 2]
Romance"No voy a huir, no te tengo miedo. Sé que nunca me vas a lastimar, así que no lo pienses mucho y hazme tuya de una vez" ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Hubo una vez que deseé tener un tujllaki como amigo. Me sentía mal ante la ausencia de mis padres y q...