Capítulo 15

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MEGAN

Un mes después...

-¿Dylan o Charlie? -me preguntó Matt.

-¡No lo sé! Elígelo tú. Yo no puedo... ¡Ambos me gustan!

-Meg, tú también debes elegir. No es justo que sólo yo lo haga. ¡Es fácil! Sólo dime el que más te gusta.

Nos encontrábamos en el parque cerca de su casa eligiendo un nombre para nuestro hijo. Mi pancita ahora se notaba mucho y todas las personas se quedaban mirándola con gesto de desaprobación, que después nos dirigían a nosotros. Al principio me había costado acostumbrarme a esas miradas, sentía ganas de gritarles "¡No es mi culpa!" o "Me violaron, así que no me juzgues", pero Matt me había convencido de ignorarlas.

Josh se encontraba ahora mucho mejor. Su recuperación había sido todo un éxito. Aunque Allan aún no se recuperaba de su brazo. Los doctores pensaban quitarle el yeso hasta dentro de 2 semanas, y eso estaba volviéndolo loco al no poder practicar básquet. Kate todavía tenía algunas molestias en su cuello, pero nada que no se pudiera quitar con un analgésico.

En cuanto a los Winston, no habían hecho nada contra ninguno de nosotros aún. Cuando ocurrió el accidente, nos dimos cuenta que en realidad no iba dirigido a mi familia, sino a Katherina. Su auto tenía los cables de los frenos cortados, y fue un milagro que decidieran utilizar el auto de Josh, aunque creemos que cuando se dieron cuenta, decidieron actuar de manera más directa.

-Ugh. Sólo haces esto porque tú tampoco puedes elegir uno. -mascullé. Cerré mis ojos y respiré hondo. -De acuerdo. ¿Qué tal Dylan?

-¡Me encanta! Dylan Revers Thompson. Suena bien. -me sonrió Matt.

Acerqué mi rostro al suyo y lo besé. Sus labios estaban cálidos y suaves como siempre. Lo amaba. Lo amaba con todo mi ser. Era el hombre perfecto. Tenía sus defectos, no puedo decir que no. Aunque nuestro niño, nuestro Dylan, había cambiado eso. Antes, Matt era un fiestero empedernido. Casi todos los fines de semana iba con Josh y Allan a fiestas, aunque ya no lo hace siempre. Ellos siguen saliendo, pero no tan seguido. Pasamos cerca de los columpios y vimos a una reír a una niña cada vez que llegaba al punto más alto. Su padre estaba detrás empujándola, mientras que su madre estaba sentada mirándolos con ternura.

Me pregunto cómo seremos nosotros en unos años. ¿Nos veremos así? Una imagen se formó en mi mente. Matt corría detrás de un niño a quién no podía distinguir ya que no sabía cómo sería, pero podía oír su risa alegre. Yo caminaba tranquilamente detrás de ellos sonriendo tal y como lo hacía la mamá de la niña en la columpio. Miré al hombre a mi lado y lo observé con cuidado, guardando cada centímetro de su cuerpo en mi mente. Sus ojos azules como el mar brillaban de felicidad, su pelo negro azabache se movía con el viento que había en el parque. Sus dientes blancos estaban alineados luego de haber usado aparatos por dos años. Era tan alto como mis hermanos, pero eso sólo lo hacía más hermoso. Y su cuerpo estaba contorneado debido al ejercicio.

-Te amo, Matt. -le susurré mientras pasaba mis manos por su cuello y me alzaba de puntillas para besarlo.

-Yo te amo más. Ya te lo dije. Cuenta las estrellas en el cielo y sabrás cuánto te amo.

Sonreí mientras le daba un beso rápido. Me separé un poco de él, pero deje mi frente apoyada en la suya. Cerré mis ojos para dejar este hermoso momento en mi memoria. Hoy estaba un poco sentimental.

-¿Megan? ¿Matt?

Me volví para buscar a la dueña de la voz que nos llamó. Me quedé estupefacta por un momento. Allison Steve estaba de pie enfrente de nosotros con su boca abierta en una perfecta "O" viendo mi panza. Parpadeó varias veces y dirigió su mirada hacia nosotros.

-Lo... Lo siento. Yo no... Los vi desde lejos y no estaba segura de que eran ustedes así que vine a comprobarlo.

-Hola, Allison. -le dije yo. También le sonreí un poco. Ella y yo habíamos terminado el último curso bien. Aunque no fuera mi amiga, ya no la odiaba. -¿Estás sola?

-No. Vine con mi familia. -señaló a la familia que acababa de ver hace unos minutos. Me sorprendí un poco, no sabía que Allison tenía una hermana pequeña.

-Debo reconocer que no me imaginé que estuvieras en el parque con tu familia una tarde, Ally. Pensé que estarías con las porristas. -dijo Matt mientras caminaba a abrazarla. A diferencia de nosotras, Matt y Allison sí eran amigos.

-Olvídate de ellas. Ya no son mis amigas.

-¿Qué quieres decir? ¿Ya no eres porrista? -estaba casi segura de que mis ojos se saldrían de sus cuencas.

-Sí lo soy, es sólo que ya no soy su amiga. De ninguna de ellas. Después de que entráramos el primer día y ninguno de ustedes estuviera, comenzaron a inventar muchos rumores. No me importa que inventen cosas de Katherina, pero a ti te respeto y ustedes tres, Josh, Allan y tú, -dijo señalando a Matt- son mis amigos. No me quedaría a oír esas cosas, así que desde entonces estoy sola. ¿Quién lo diría no? La líder de las porristas sin un grupo de amigas con quién estar. -rió.

-Me gusta ese grupo. Auténtico y divertido. -le sonrió Matt. Incluso yo reí.

-Megan, ¿cuánto tienes? Si se puede saber, claro. -me preguntó ella.

-Cinco meses. Acabamos de decidir su nombre. Se llamará Dylan. -sonreí orgullosa.

-No puedo creerlo. -murmuró afligida. -Lo siento. De verdad que sí.

-No lo hagas. En serio. Estoy bien. Todos lo estamos. Matt es su padre, no... Daniel. -le dije mientras le sonreía, aunque era un poco deforme al recordar a Daniel.

-Estoy orgullosa de ti, Matt. ¿Quieren ir a comer un helado? Yo invito. -preguntó.

Esa tarde hablamos de muchas cosas. Resulta ser que Allison no es tan... No sé cómo describirla. Me quejaba de que ella me juzgaba sin conocerme y me di cuenta de que yo hacía lo mismo con ella. Pero me está empezando a caer bien. Nos contó cómo eran los nuevos profesores y la suerte que teníamos de tener nuestro propio tutor. En algún punto, Allan y Josh se nos unieron y por último llegó Kate, aunque se notaba que ni ella ni Allison se agradaban mutuamente. La verdad es que no me metería entre ellas. Si se querían llevar mal, pues era cosa de ellas, no mía.

Disfruté mucho ese día. Definitivamente, hoy estaba feliz. Recuerdo que mi psicólogo me dice siempre que hay días malos y días buenos. Pues hoy fue un día bueno. Uno muy bueno.

-¿Tú también disfrutaste, Dylan? ¿Te gusta ese nombre? Podrías hacer algo para saber que te gusta, ¿sabes? Como patear o algo por el estilo. -le decía mientras me acostaba en mi cama para dormirme. Sentí una ligera patadita en la parte izquiera de mi abdomen. Me quedé quieta un momento esperando otra, pero no hubo. Sonreí porque en ese momento lo supe. Le gustaba.

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Hola! Primero que nada, quería disculparme por no haber subido en mucho,mucho tiempo. Pero he tenido muchas tareas y la próxima semana empiezo exámenes u.u así que he tenido que estudiar!! Espero que les haya gustado el capítulo! ¿Qué les pareció Allison esta vez? Ya no la odian? Espero sus votos y comentarios :DD Besos! :**

Hermosas TragediasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora