Capítulo 25

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Perdón si el capítulo se hace largo y un poco tedioso por tener tres narradores, pero es el último capítulo, no podía dejar a ninguno por fuera. :)

Josh

-¿Ya la rescataron? ¿Qué dijo el tío Derek? ¡Mamá, habla! -le grité cuando ella dejó caer el teléfono de su oído. Sentía rara mi garganta luego de tanto tiempo sin hablar. No quería volver a entrar en depresión como unos años atrás, pero no había encontrado algún motivo por el cual hablar. Al menos enfrente de mi familia o amigos, porque delante de Dylan sí podía hablar. Me daba pena desahogarme con él, pero sólo él podía escucharme como yo quería. ¿Qué haría yo sin Megan? ¿Qué haría él sin su madre?

Megan se había podido comunicar con nosotros unas horas atrás. Habíamos hablado con el tío Derek y él enseguida había tomado dos helicópteros, para él y su equipo, para rescatar a Megan. Mamá y papá se habían quedado sólo porque hubieran atrasado el viaje, pero eso no impedía que estuvieran igual de nerviosos que nosotros. Matt había llegado una media hora después de que le avisamos y ahora sostenía a un Dylan dormido en sus brazos. Él estaba descorazonado. Sólo lo veía sonreír con Dylan, y ni siquiera le llegaba a los ojos. Katherina estaba a mi lado, tomada de mi mano. Su familia estaba en la sala acompañándonos, al igual que la de Matt. No me importaba lo que pensaran los demás ahora, por lo que no separé nuestras manos. Kate me daba fortaleza. Ella estaba mal por los dos. Por Megan y por mí. Estaba preocupada de lo que estaba viviendo ella y de mi reacción hacia ello. Ni siquiera a ella le podía hablar. Era un asco de novio.

-La llevan al hospital. Necesitan operarla de emergencia. Tiene dos disparos. Está muriéndose -lloró. Mamá no lloraba. Ella simplemente no lo hacía delante de nosotros. Nunca. Esto iba muy mal. Megan no podía morirse. ¡No nos podía dejar solos!-. La están trasladando a ella y a Bree Winston en helicóptero al Memorial -El hospital en que mamá trabajaba-. Bree no está tan mal. Tiene una herida de bala en el hombro. Llegarán muy pronto. ¡Debemos irnos ya!

Nadie dijo nada más. En una coordinación sorprendente, todos salimos de la casa hacia los autos. Nos dirigimos a toda velocidad al hospital, pero no parecía ser suficiente. No parecía que el auto fuera lo suficientemente rápido para el gusto de nadie. Cuando llegamos, papá estacionó el auto en el lugar asignado para mamá y nos dirigimos corriendo a la recepción. El helicóptero aún no había llegado, pero estaba provisto para llegar en unos cinco minutos, los cuales se hicieron eternos. Mamá nos llevó a una sala de espera dentro de la sección de Cirugía.

Después de cuatro horas, ninguno de nosotros podía estarse quieto. Todos estábamos esperando noticias que no llegaban. Mamá había ido a preguntar muchas veces y siempre le respondían lo mismo: "No podemos decirte nada todavía". La familia de Matt estaba en la máquina de café haciéndonos uno a cada uno, mientras que él mecía a Dylan para distraerse y no pensar en qué podría pasarle a él y a Dylan. Kate estaba moviendo su pie repetidamente y su madre intentaba calmarla, mientras que su padre hablaba con los míos. El tío Derek había llegado unos diez minutos después de que nosotros lo hicimos. Daniel Winston había muerto tratando de huir de la policía. Leah Winston se había asesinado luego de ver que no tenía escapatoria. Allan y yo estábamos caminando de un lado a otro. Esa conexión extraña entre Megan... la sentíamos un poco débil. Era extraño, pero parecía que mi cuerpo sentía como si estuviera perdiendo una parte de sí. Le pregunté a Allan sobre ello y simplemente me miró. No tenía que decir nada. Él también lo sentía.

Un cirujano salió por las puertas que daban hacia los quirófanos y se dirigió a nosotros en cuanto nos vio. Su cara parecía estresada, pero no la expresión que tenían los doctores cuando tenían que comunicar una fatalidad.

-Caroline, permíteme decirte que tienes una hija luchadora. Megan presentaba dos heridas de bala en su espalda. Una de ellas se encontraba debajo de su pulmón, pero por fortuna, no lo perforó, aunque sí le provocó una gran pérdida de sangre. El problema más grande que tuvo fue su otra herida. La bala se albergó un su columna vertebral.

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