Capítulo 16

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No te alejes

Primera parte: perspectiva de Izuku

Paz y alegría, eran los sentimientos que embargaban su corazón cada vez que estaba con él. En el pasado había sido la fuente principal de su sufrimiento y ahora era el origen de su felicidad. Por supuesto que le asustaba que sus emociones dependieran tanto de otra persona, no debería dejar que fuera así, pero era inevitable. No podía controlar su corazón cuando se trataba de Kacchan, al fin eran los amigos que siempre deseó que fueran, no sabía que las cosas entre ellos podían terminar tan bien.

Esa noche Kacchan iría a su habitación y verían el especial de All Might, la época dorada. Por eso su mentor se había tenido que ir, estaba ocupado en una gira de tres meses haciendo conferencias y todo tipo de cosas emocionantes. Estaba entusiasmado de ver al hombre que lo inspiró y lo ayudó a ser un héroe en la pantalla grande como tantas veces atrás, pero esta vez no lo disfrutaría solo, Kacchan estaría con él.

Aunque Izuku sabía que su habitación no era una "pocilga" se esmeró en limpiar cada rincón para que Kacchan se sintiera agusto. Luego de pasar toda la tarde entregado al oficio, Izuku se detuvo a admirar su trabajo, se pasó una mano por la frente llena de sudor y suspiró. La habitación brillaba, inhaló la escensia del desinfectante que había usado; cítricos. Sabía que además del picante Kacchan amaba todo tipo de cítricos, en especial su olor.

Vio la hora en su celular y se dio cuenta de que Kacchan no tardaría en llegar, por lo que se fue corriendo directo al baño. Cuando escuchó que tocarón su puerta, tan solo unos minutos después, se apresuró a salir del baño, ni siquiera estaba vestido.

-Un momento.-gritó, mientras tomaba lo primero que encontró en el cajón y se lo puso.

Abrió la puerta y vio a Kacchan del otro lado, estaba todo de negro y eso solo hacía resaltar su hermosa piel y el rojo intenso de sus ojos. Unas inmensas ganas de tocarlo lo invadieron, sentía cosquillas en la yema de sus dedos, pero se contuvo recordando la pequeña descarga que sintió la otra noche cuando tocó su pie por accidente. Sintió como sus mejillas ardían ante el recuerdo. No estaba seguro de resistirlo otra vez, aunque...no estaba seguro de qué debía resistir exactamente.

Quizá lo que sentía era consecuencia de reprimir su hambre de contacto, porque...Izuku era un hombre que disfrutaba del contacto físico, su madre siempre había sido muy amorosa y dulce con él, por lo que los abrazos siempre estaban presentes. Sentía que era una manera de transmitirle a la otra persona todos esos sentimientos que a veces no decían las palabras y ¡cuántas cosas no quería transmitirle a Kacchan! Deseaba abrazarlo tan fuerte que no le quedaran dudas de cuanto Izuku lo quería y cuanto lo había extrañado.

Pero no era momento de pensar en abrazar a Kacchan, seguro que le explotaría la cara al mínimo contacto.

Obligandose a salir de sus pensamientos se dio cuenta de que Kacchan no daba señales de entrar y se preocupó. Discretamente vio lo que se puso y se sonrojó nuevamente al ver que era una pijama de All Might, debía verse demasiado friki, que vergüenza.

-Kacchan, ¿vas a pasar?-preguntó tratando de sonar despreocupado, pero por dentro se sentía muy nervioso.

Dios mío, Kacchan estaba entrando a su habitación, su habitación de UA pero ¡SU HABITACIÓN!

El cenizó entró luciendo indiferente y de pronto comenzó a caminar por su cuarto, dejó que su amigo curioseara sus cosas, ¿estaría buscando polvo o algo así para decirle que era una "pocilga"?

Para merecerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora