Ileana
—Hola princesa—Draco estaba parado frente a mi en la puerta del castillo—, quiero decir, buenos días.
—Hola —respondí, íbamos a ir a Hogsmeade en la primera salida del día, eran casi las 7 AM y eran pocos los que deciden salir a esta hora, solo éramos Draco, yo y unos seis chicos más.
—No puedo creerlo—. Escuché a draco con ese tono de fastidio que lo caracterizaba
—¿El qué?—
—¿El qué? Lo temprano que es. Me debes de gustar mucho para que me levante tan temprano.—
—Las cafeterías que me dijo mi mamá abren temprano con sus desayunos y hay que llegar temprano.—
—Así que ¿ya has estado antes?—
—No. Tenía planes de ir pero no he ido...—
—Con Higgs. —
—Sí, él leyó la carta donde mi mamá me dijo de la cafetería. ¿Por?—
—Nada. Es que... Higgs. Y se supone que no debo ponerme celoso, solo es un comentario.—
—¿Celoso? Draqui, Terrence es el idiota mpas grande del mundo ya lo habiamos dicho. Además de que estarías celoso si tu eres mi primer beso.—
—Vale, celoso no, pero no me gusta pensar en el tiempo que pasaste con él.—
—Ya no está Draco.—
—Está bien.—
—Está bien, entonces...—
—¿Qué? —
—Que... por qué... —
—¿Que por qué estoy actuando así?—. Me preparé para la respuesta. Draco soltó un suspiro y me sonrió de lado. —Supongo que estoy cansado. Es temprano.
—Por eso te he traído un café—. Le mostré el vaso térmico que había llenado de las cocinas con la ayuda de Dobby.
—Eres preciosa—. Lo tomó entre sus manos y me dió un beso rápido en los labios.
—¡Draco!—. Me separé rápido de él.
—Lena. A estas alturas creo que todo Hogwarts ya sabe que hay algo entre nosotros. Solo tú no lo quieres ver...—
—No es que no lo vea pero no te quiero perder Draqui, no lo soportaría— Lo abracé por la cintura y sentí como me pegó a él.
—Ok, entendido. Despacio—.
—Gracias Draqui—.
—Pero si vamos despacio te vas a enamorar profundamente de mi Lena...— Lo miré divertida por las palabras que acababa de ocupar.
Mi corazón comenzó a latir muy rápido y estoy segura que lo notó, pero no iba a dejar que fuera tan obvio. —¿Así como tu ya lo estás de mí?—
—Desde el primer día princesa—. Solté mi agarre de su cintura y subí mis brazos para pasarlos por su cuello, me acerque lentamente a él y deje un beso lento y corto en sus labios.
***
El banquete de Halloween les pareció mucho más largo de lo habitual. Quizá porque era el segundo banquete que teníamos en dos días. Todos en el Gran Comedor;esperábamos a que Dumbledore terminara de comer.
Cuando los platos volvieron a su original estado inmaculado, se produjo cierto alboroto en el salón, que se cortó casi instantáneamente cuando Dumbledore se puso en pie. Junto a él, el profesor Karkarov y Madame Maxime parecían tan tensos y expectantes como los demás. Ludo Bagman sonreía y guiñaba el ojo a varios estudiantes. El señor Crouch, en cambio, no parecía nada interesado, sino más bien aburrido.
Estaba en la mesa de Slytherin sentada junto a Draco, después de que terminamos la cena me había recargado en su hombro y él había pasado su brazo por mis hombros y con la mano que tenía libre estaba jugando con los dedos de mis manos.
Para nadie era sorpresa vernos así siempre habíamos sido muy unidos pero las últimas semanas habíamos estado de esta forma casi todos los días.
—El campeón de Durmstrang —leyó Dumbledore con voz alta y clara— será Viktor Krum.
—Era de imaginar— dijo Draco, al tiempo que una tormenta de aplausos y vítores inundaba el Gran Comedor. Krum se levantó de la mesa de Slytherin y caminó hacia Dumbledore. Se volvió a la derecha, recorrió la mesa de los profesores y desapareció por la puerta hacia la sala contigua.
Se apagaron los aplausos y los comentarios. La atención de todo el mundo volvía a recaer sobre el cáliz. Las llamas arrojaron un segundo trozo de pergamino. —La campeona de Beauxbatons —dijo Dumbledore—es ¡Fleur Delacour!
—La Veela que te gustó Draqui—. Le dije mientras lo golpeaba suavemente con el codo. Cuando la chica se puso en pie elegantemente, sacudió la cabeza para retirarse hacia atrás la amplia cortina de pelo plateado, y caminó por entre las mesas de Hufflepuff y Ravenclaw.
—¿Te he dicho lo preciosa que te ves celosa?—. Me dijo mientras se reía y negaba con la cabeza.
—¿Hoy?— Pregunté inocentemente. —No—.
—El campeón de Hogwarts —anunció— es ¡Cedric Diggory!
—¡No! —dije en voz alta, pero sólo lo oyó Draco: el jaleo proveniente de la mesa de al lado era demasiado estruendoso.Sabia lo bueno y capaz que era pero no dejaba de temer por él. Cedric se había vuelto una especie de amigo y realmente temía por lo que pudiera pasarle. Todos y cada uno de los alumnos de Hufflepuff se habían puesto de repente de pie, gritando y pataleando, mientras Cedric se abría camino entre ellos, con una amplia sonrisa, y marchaba hacia la sala que había tras la mesa de los profesores. Naturalmente, los aplausos dedicados a Cedric se prolongaron tanto que Dumbledore tuvo que esperar un buen rato.
—¡Estupendo! —dijo Dumbledore en voz alta y muy contento cuando se apagaron los últimos aplausos—. Bueno, ya tenemos a nuestros tres campeones. Estoy seguro de que puedo confiar en que todos ustedes, incluyendo a los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons, darán a sus respectivos campeones todo el apoyo que puedan... Pero Dumbledore se calló de repente, y fue evidente para todo el mundo por qué se había interrumpido.
El fuego del cáliz otra vez lanzaba chispas. Una larga lengua de fuego se elevó de repente en el aire y arrojó otro trozo de pergamino. Dumbledore alargó la mano y lo alcanzó. Finalmente, Dumbledore se aclaró la garganta y leyó en voz alta.
—Harry Potter.
*****
Uno cortito para que no piensen que abandone a Ileana, solo que el trabajo me ha consumido.
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DALTONISMO ; Draco Malfoy
Fantasy"El daltonismo es una afección en la cual no se pueden ver los colores de manera normal. También se conoce como deficiencia de color. En el daltonismo generalmente la persona no puede distinguir entre ciertos colores. Con frecuencia no distinguen lo...