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Cuando bajamos del tren fue inevitable sentir algunas miradas en mí. Tomé el brazo de Draco y entrelacé el mío para así comenzar a caminar. Trataba de tener la mirada sin expresión pero buscaba a Daphne o a Pansy entre toda la multitud. Hasta que llegamos a los carruajes fue que las ví, con mi agarré guié a Draco para que llegaramos hacia ellas.

—Daphne, Astoria—. Las saludé cuando quedamos frente a ellas.

—¡Ileana!—. Astoria se apresuró a abrazarme, solté a Draco al corresponderle. —¿Qué tal Austria? Quiero detalles de todo, de seguro parecías una princesa ahí—. Estaba hablando tan rápidamente que cuando noto mi cabello se le olvidaron mis vacaciones. —¡Por Salazar! ¡Te ves preciosa, me encanta!

—¿Esto fue lo que hiciste?—. Daphne se acercó emocionada. —Jamás me imagine este cambio Ileana pero estás hermosa—.

Sentí mis mejillas calientes y en mi cabeza se posó la imagen de mi mamá sonrojada. —Gracias—. Aclare mi garganta para calmarme, me incomodaban tantos halagos. —Draco sugirió el largo—.

—Yo le dije qué más corto—. Se encogió de hombros.

—Como sea, te ves preciosa—. Daphne ignoró a Draco. —¿Vamos?—. Dijo y señaló con su cabeza hacía los carruajes, los cuatro sonreímos y nos subimos esperando a que se llenaran los dos lugares más para irnos.

Daphne y Astoria nos contaban emocionadas como es que se la habían pasado en vacaciones, que sus padres las llevaron a una villa navideña y que aun con el mal humor de su papá se la habían pasado bien.

—Anda Higgs, sube. Es tu novia...— Esas palabras nos distrajeron de la plática de Daphne. Volteamos y junto al carruaje estaba Terrence y unos chicos más de Hufflepuff, estaba segura que los había visto con Cedric en el equipo de quidditch.

La cara de mis amigos cambió enseguida, incluso pude ver como las facciones de Draco se volvían más duras. —Largo de aquí...— Fue lo único que mi amigo soltó.

—Les quedan dos lugares Malfoy, el carrito no se va a ir con solo 4 de ustedes—. Harper un chico no más alto que Draco sonreía burlón. —Además, es obvio que Higgs debe de ir con Ileana, es su novia—.

Malfoy se iba a levantar de su asiento pero lo detuve jalandolo del suéter. —Preferiría que Fred Weasley se suba con nosotros a que él lo haga—. Apenas si les dirigí la mirada.

—¿Que sucede Ileana, sí el engañado fue Terrence?—. Las caras de tristeza que estaban fingiendo me sacaban de quicio.

—Pobre de él...— Hice un llanto fingido.

—Bonito sueter Ile...— Fueron las primeras palabras que Terrence dijo hacía mi.

Lo miré sin expresión, no quería que notara el coraje que me estaba causando. —Gracias Higgs, fue un regalo de Adrián—. Sonreí burlona por mis siguientes palabras —¿Ya les dijiste a tus amiguitos que ya no vas a estar en el equipo?— Su rostro palideció. —Ahhh...— Dije con entendimiento. —¿Tú tampoco sabías?—.

—Buena broma Albescu—. Harper trató de calmar el ambiente.

—No es ninguna broma, preguntale a Flint—. Sentí a Draco asentir junto a mi. —Sabes—. Hice una pequeña pausa. —Fred tenía algo de razón, Draco te quitó el puesto de buscador. Pero tú sólo hiciste que el equipo te desechara—. Tenía una sensación de satisfacción en mi cuerpo que me generaba electricidad y sentía más y más ganas de seguir.

—¿Y tu sonrisa Higgs? ¿Se te perdió?—. Daphne también se estaba burlando.

—Largo de aquí. Ahí vienen Zabini y Nott, nos vamos con ellos—. Con eso último que dijo Draco todos nos giramos y quitamos la vista de Terrence y sus amigos.

DALTONISMO ; Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora