V.

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Kara POV.

Lena, definitivamente no puede estar haciéndome esto. Ella no necesitaba meterse en problemas, ni caer en las provocaciones de esa mujer mal llamada Reign y mucho menos atacarla hasta el punto de la inconsciencia. Lena, no necesita esto, no ahora qué está a punto de salir libre de esa asquerosa prisión qué me he obligado a dirigir.

Y apenas tuve el reporte entre mis manos sobre el aislamiento de un mes de Lena en esa maltrecha celda de castigo, me obligué a utilizar todo de mi autocontrol para no ordenar su liberación inmediata de ese asqueroso lugar, porque tenía qué cuidar mi fachada cómo dura directora y con mi supuesto odio por Lena, no podía excusarla de purgar ese castigo ganado a pulso por sus firmes puños contra la humanidad de Arias; pero poco me faltó para mandar toda mi razón a la mierda y sacar a Lena de esa asquerosa celda, porque mi ojiverde no merecía estar allí.

Aún me parece sorprendente qué ni siquiera el paso de los años, ha borrado de mí mente la incomprensión sobre cómo esas dos manos qué tanto cariño me han hecho sentir y qué con tanta suavidad se han grabado en mí piel, son las mismas manos qué mes tras mes atacan sin piedad a sus contrincantes en ese Coliseo, qué a mal permito seguir funcionando a pesar de cuánto lo detesto.

Pero sé muy bien qué la verdadera Lena, es la tierna y cariñosa qué conozco tan íntimamente, y estoy segura de qué esa Reign tuvo qué decirle o hacerle algo muy malo para que Lena reaccionara así contra ella, porque aparte de las peleas en el Coliseo, Lena nunca jamás había tenido un enfrentamiento con alguna de las reclusas y menos lo había iniciado; pero para todo había una primera vez, desgraciadamente.

Pero así cómo sabía qué no podía librar a Lena de ese mes aislada de absolutamente todo, también decidí qué no dejaría qué eso la afectara en su proceso de libertad condicional, qué ya era un hecho prácticamente confirmado y se lo daría porque cuento con todos los recursos para hacerlo, y mi posición cómo directora me ayudó a borrar de cualquier registro existente de la última falta de Lena, dejando su archivo impoluto para cualquiera qué pretenda mirar.

Eran estos momentos y éstas acciones, las qué me confirmaban qué había hecho bien en quedarme definitivamente aquí en Metrópolis mientras dirijo la prisión con mano de hierro, porque de otra forma en verdad me sería imposible ayudar de tal forma a Lena, porque ni siquiera mi basta fortuna me habría servido para eso, a menos claro qué quisiera ganarme cómo enemigos a gran parte de las personas más influyentes de América, y ese era un riesgo qué no podía tomar bajo ninguna circunstancia.

Han sido largos años de juegos ocultos y actuaciones de mi parte para mantener todo marchando cómo quería, qué ahora estaba agotada, pero tenía qué seguir. Y mis únicas válvulas de escape todo el tiempo, habían sido mis encuentros con Lena, que tanta energía me daban para continuar y conseguir lo qué desde el principio quise. Y en verdad me había convertido en una adicta a las caricias vibrantes y tan apasionadas de mi ojiverde, qué sólo se han vuelto más precisas con el tiempo qué hemos pasado juntas y tal cómo le dije a Alex, no pienso renunciar a ninguno de nuestros escasos encuentros aunque me lastimara tanto alejarme después. Y además tenía muy presente qué quedaban pocas oportunidades para estar de esa forma junto a Lena, pero parece qué mi admisión esa noche, había sellado por completo mi destino, porque sin querer me tuve que privar de mí único deseo culposo. Pensé inocentemente que tendríamos más tiempo para continuar, pero no fue así. El lunes siguiente del último sábado que pasamos juntas y después de mi complicada conversación con mi amiga, Alex, qué me recordó de nuevo cuán mal estaba por seguir con Lena; recibí un sobre sellado de parte de la Corte Federal del Estado de Metrópolis, y apenas lo tomé en mis manos, supe qué había llegado al fin el momento que desde hace más de quince años esperaba, sólo qué no me alegró tanto cómo quería, porque ahora sí perdería a Lena para siempre; porque no fue ninguna sorpresa para mí ver el nombre de Lena entre las reclusas qué estaban en proceso de estudio para libertad condicional y qué ella haya estudiado gran parte de su condena, la había ayudado mucho a llegar hasta éste punto y por eso hace muchos años cuándo lo supe, me alegré de verla entusiasmada por estudiar, no sabiendo qué con eso ella ayudaba mucho a mis planes.

INVICTUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora