XIV.

954 163 29
                                    


Kara POV.

Jamás subir las escaleras había sido tan excitante cómo ahora, con sus suaves labios besando y mordiendo a su antojo todo mi cuello tan dispuesto para ella, mientras sus manos sostienen mi trasero con firmeza, manteniéndome totalmente pegada a ella, haciéndome jadear con necesidad. Aún no entiendo cómo pasé de estar huyendo de todo lo qué tenía qué ver con Lena para proteger mi corazón roto por creer qué ella me odiaba por todo lo qué hice en el pasado; y ahora todos esos meses amargos parecen tan lejanos, mientras el calor de nuestros cuerpos crece aceleradamente por la delicada fricción de nuestros excitados cuerpos.

Su delicioso miembro se siente cálido y tan duro atrapado bajo la tela de su elegante traje, chocando una y otra vez entre mis piernas, ganando desgarrados gemidos de mi boca, con mi mente y cuelgo tan perdidos en las expertas caricias de Lena, qué tanto extrañaba, mientras ella sube torpemente las escaleras, conmigo totalmente aferrada a su firme cuerpo con mis piernas abrazadas con fuerza a su cintura, sintiéndola justo dónde más quiero, en un cadencioso vaivén qué entre cada escalón qué ella sube deprisa, sus manos sobre mis nalgas me empujan deliciosamente contra su dureza, logrando sacar roncos gemidos de mis labios sobre su oído. Lena, gruñe aún escondida en mi cuello al escuchar mis gemidos, haciendo qué mi centro se humedezca aún más con un deseo tan intenso, qué sólo puede ser saciado por la potente erección entre las piernas de mí hermosa ojiverde.

- A la derecha.- le indico jadeante el camino hacia mi habitación. Ella sale rápidamente de mi cuello para mirarme con sus penetrantes ojos, tan perdidos en la lujuria, cómo de seguro están los míos, junto a sus mejillas, totalmente sonrojada por el esfuerzo qué hace cargándome y adorándome a besos. Sus labios hinchados por la pasión de nuestros incansables besos, me sonríen enormemente mientras en sus ojos puedo ver toda el hambre qué tiene de mí. No puedo evitar sentirme abrumada por la sorpresa qué siento por tenerla aquí mirándome así, cuándo la creía odiándome completamente y para siempre, pero jamás me negaré a dejarme llevar por toda la pasión qué Lena puede darme ahora, qué tanto la necesito; y ya después tendré cabeza para pedirle explicaciones y sus razones para estar aquí, porque ahora sólo quiero firmes y profundas acciones de su parte, y las obtendré enseguida. Mi mirada cae sobre sus labios mientras me acerco a ellos, besando con lujuria la sonrisa lobuna en estos. Sonrío llena de dicha cuándo Lena corresponde tan fervientemente la caricia de mis apasionados labios sobre los suyos; y decido en éste mismo instante, qué su boca bajo la mía, es el segundo mejor qué he probado alguna vez, porque el primero, definitivamente lo probé golosamente del delicioso e hinchado miembro entre sus piernas.

Lena, muerde mis labios, ganándose un quejido de dolor qué su boca atrapa sin separarse un instante de mí, mientras empieza a caminar presurosamente en la dirección qué le dije con rumbo a mi espaciosa habitación, dónde al fin después de lo qué pareció una tortuosa eternidad, podré volver a entregarme a mí querida ojiverde.

Mi cuerpo vibra ante la idea, al mismo tiempo en qué Lena, patea la puerta cerrada de mi habitación al llegar, abriéndola sin cuidado alguno. Me estremezco entre sus brazos por su brusco movimiento pero amando la forma en qué no disimula las ganas de hacerme totalmente suya. Gimo entre sus deliciosos labios, qué beben absolutamente todo mi largo gemido, mientras sus pies me dan vuelta en el aire y sus giros hacen qué mi mundo entero de vueltas, dónde lo único constante para mí, es su hinchada erección entre mis piernas.

Nos separamos de nuestro beso buscando aire y mi aliento sale al encuentro de sus labios entreabiertos y podría jurar qué Lena sólo se vuelve más sexy y apetecible a cada segundo qué pasa y la sola vista de sus labios hinchados por mis besos, me hace humedecer indecentemente en mi cálido centro, y lo qué más deseo ahora y en lo único qué puedo enfocarme es en Lena, y qué está a punto de devorarme tan salvajemente cómo sólo ella sabe hacer y cómo tanto me encanta.

INVICTUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora