INVICTUS

X.

Lena POV.

Decir qué mi conversación con Kara me sorprendió, sería un total eufemismo porque aún no puedo creer todo lo qué me dijo y menos aún todo lo qué ha estado haciendo por mí todos estos años; es qué me parece increíble qué la misma mujer de la qué me enamoré irremediablemente, sea la misma qué compartía un lazo tan importante con Morgan, porque jamás se me hubiera ocurrido qué ellos dos pudieran estar relacionados de alguna forma; hasta qué ese montón de fotografías en los pasillos de la mansión de Kara, me demostraron cuán unidos solían estar ellos antes de qué yo cobrara mí venganza con él, arrebatando la vida del único padre qué la mujer qué tanto amo recuerda y eso es algo qué jamás podré terminar de asimilar; porque yo tomé la vida de Morgan en represalia por haberme quitado a mis padres y yo sin saberlo, le hice lo mismo a Kara.

No pude evitar recordar cómo era ella cuándo recién la conocí y cómo en los primeros meses de estar recluida en la prisión de máxima seguridad, ella solía tratarme tan tosca y profundamente seria en los pocos encuentros qué llegamos a sostener en ese lejano tiempo. Y en ese momentos, yo no entendía porqué era así conmigo, ya qué en mi mente yo no le había hecho o dicho nada a ella para disgustarla de alguna forma para ser mecedora de ese trato, pero después de lo de anoche, todo cobró total sentido para mí.

Y a pesar de pensar así y de recordar a detalle todo nuestro camino hasta aquí, sé qué ella fue muy honesta anoche cuándo me dijo qué no estaba molesta conmigo por lo qué le había hecho a Morgan y cómo se lo quité a ella, me dió la calma qué necesitaba mi mente en medio de tantas revelaciones. Y qué ella no me odiara y me explicara qué toda su personalidad es así de fuerte; lo qué no me extrañó luego de saber por su propia boca quién fue el encargado de críarla y cuidarla durante toda su vida después de la muerte de sus padres; es totalmente claro para mí ahora porque Kara tiene esa poderosa aura a su alrededor qué inspira tanta fuerza y respeto hacia ella; y entiendo mucho cómo siempre actúo con mano de hierro frente a todas las circunstancias qué se le atravesaban; porque yo misma fui víctima muchas veces de su mano dura y después de saber todo lo qué significaron mis actos de venganza en su vida, Kara se quedó bastante corta en su trato hacia mí.

Aunque todavía no sale de mi mente qué hubo un tiempo en el qué ella me odió por lo qué le quité y se me rompe el corazón por saberme la culpable de causar ese tipo de dolor a Kara, porque sé qué esa pérdida es algo qué nunca se termina de superar, independientemente de lo qué me hizo Morgan, porque para mí rubia fue una persona completamente distinta y en verdad qué no podría culparla por seguirme odiarme por eso, porque sé qué tiene la misma razón qué yo tuve para haber odiado tanto a Morgan qué me llevó hasta el punto de matarlo y a pasar en consecuencia, todos estos años encerrada en una prisión cumpliendo mi castigo por mi desesperada venganza hacia él, dónde lo único bueno de mis días, era Kara.

Y no puedo negar lo irónico qué es saber el origen de Kara porque me pasé años pensando una y otra vez mientras los días seguían pasando en medio de las cuatro asfixiantes paredes de la prisión, en la posibilidad de qué alguien quisiera vengarse de mi por matar a un hombre cómo Morgan Edge, pero eso por supuesto nunca sucedió y cuándo empecé a pasar más tiempo con Kara y mis sentimientos por ella empezaron a ser totalmente incontenibles para mí y tan evidentes de ver para ella, me olvidé de todo lo único malo qué hice en mi vida, y mandé en esos momentos al fondo de mi mente junto a todas esas terribles noches en el Coliseo en dónde tenía qué pelear hasta reventarme la piel, y sobre todo me olvidé del insoportable encierro qué vivía día a día por mi condena; en cuánto los sedosos labios de mi hermosa rubia tocaron los míos. Kara, fue mi primera ilusión, mi primer beso, la primera y única mujer a la qué le he entregado mi cuerpo y por supuesto, Kara es mi primer amor y todo eso lo estaba viviendo increíblemente mientras pagaba mi deuda con la sociedad por el grave delito qué cometí. Ella, la mujer más fuerte qué conozco y tan poderosa de la qué todos temían en prisión, es la misma qué hizo mi encierro mucho más llevadero por largos años y con todo lo qué sé ahora sobre ella, es mucho más sorprendente para mí todo lo qué ha pasado entre nosotras.