INVICTUS

XXIX.

Kara POV.

Desespero, angustia y demasiada rabia, pueden definir perfectamente cómo me siento desde anoche qué terminé de hablar con Lena y me dijo ese montón de idioteces sin siquiera permitirme hablar; porque todavía no puedo creer qué ella le creyera a Oliver sabiendo cómo es él, pero de sólo imaginar todo lo qué debió decirle para llevarla hasta ese punto de inseguridad y de olvido por todo lo qué tenemos, creyéndome capaz de algo tan bajo en su contra; provoca unas ganas incontrolables en mí de tumbarlo hasta el suelo y reventar todo su estúpido rostro hasta volverlo nada por seguirme jodiendo la existencia. En verdad creí qué mi última amenaza lo haría dar marcha atrás a todos sus planes de volver conmigo y de vengarse de mí por no lograrlo en lo absoluto, pero lo de ayer me demostró lo mucho qué me equivoqué al pensar así, porque en vez de estar derrotado, cómo lo creí todo este tiempo, él sólo estaba esperando la oportunidad perfecta para dar la estocada final y lo logró con creces y con lo qué menos me esperé, porque jamás se me habría pasado por la cabeza qué llegaría con sus palabras maliciosas hasta Lena y mucho menos lo creí capaz de llevar sus imaginaciones hasta el punto de asegurar qué el bebé qué llevo en mi vientre es suyo. Pero sí eso me dolió, qué Lena le creyera y pensara qué yo fui capaz de hacerle algo así y de engañarla tan vilmente, me destrozó completamente el corazón.

Juro qué sólo pensar en nuestro bebé, me dió algo de calma para empezar a sobrellevar todas las terribles sensaciones qué me embargaron por causa de las acusaciones de Lena; y porque también sé qué sólo las dijo por sus estúpidas inseguridades sobre nosotras, qué salen en el peor momento posible, pero después de todo lo que hemos pasado juntas y de todo lo que nos hemos amado, esperaba mucho más de ella y qué Lena pudiera ver la verdad en la mentira, porque sí ella escuchó a Oliver decir qué estoy embarazada, qué todavía no sabía cómo se llegó a enterar, pero sólo podía procesar algo a la vez y eso era el pensar en qué ella lo único qué debió hacer después de terminar de escuchar a Oliver, era alegrarse por las dos, porque sí eso era cierto, cómo en realidad lo es, mi bebé sólo podría ser suyo, porque ella estuvo ahí cuándo lo hicimos juntas. Pero por supuesto no fue así, y Lena en vez de castigar a Oliver por seguirse metiendo en nuestras vidas, lo único qué hizo tontamente fue creerle y lastimarme a mí con su desconfianza causada en la inocente y maldita creencia de qué yo en cualquier momento me cansaría de luchar por nosotras, cómo sí mis sentimientos fueran tan débiles para hacer algo así y cómo sí Lena no valiera todo en este mundo, porque definitivamente ella es todo para mí y dejé muchas cosas sin hacer en mi vida, sacrificándolas sin dudar ni un sólo instante y he peleado con el mundo más veces de las qué debería, únicamente porque sé cuánto vale nuestro amor; pero jamás pensé qué tendría qué luchar por nuestro amor precisamente con ella.

Pasé una verdadera noche de perros, tan molesta por todo y sólo Alex pudo ayudar a reenfocar mis sentimientos hacia el único culpable y ese era Oliver. Porque luego de esa videollamada con Lena, no pude quedarme quieta hasta lograr saber toda la verdad de cómo se había enterado, porque luego de parar de llorar de toda la impotencia qué sentía por la desconfianza de Lena y la terrible jugada qué nos habían jugado, me puse a averiguar de lleno todo lo qué nos trajo hasta aquí. Y no fue difícil encontrar las respuestas qué quería porque no hay absolutamente nada qué no me sea dado de quererlo, y luego de pagar una fuerte suma de dinero al jefe de seguridad del complejo médico dónde recibí la noticia más importante de mí vida, pude ver al imbécil de Oliver saliendo de su coche deportivo estacionado muy cerca de mi camioneta y lo vi por todo el camino entrando a las instalaciones después de qué yo había abandonado el complejo médico junto a Alex y las niñas. La rabia qué sentía a cada instante mientras lo veía con su estúpida sonrisa, recorriendo los pasos antes dados por mí hasta llegar con la joven asistente de mí doctora personal. Y viéndolos ahí intercambiando información y sonrisas cómplices, y luego de qué Oliver le diera un cheque a esa mujer, se fue de ahí más sonriente qué nunca, cómo burlándose de mí detrás de la cámara y juro qué jamás había odiado tanto a alguien, cómo lo hice con esa mujer y sobre todo a Oliver en ese momento; porque él sé había aprovechado en un instante de mi silencio con mi novia sobre la noticia de nuestro bebé y además utilizó el nulo conocimiento qué Lena tiene sobre los bloqueos qué le he hecho en mi vida, porque yo definitivamente no quería hablar con ella sobre él y ahora me doy cuenta las consecuencias de ese nefasto error; para ir a decirle muy tranquilamente qué no sólo él y yo éramos amantes, sino qué estaba embarazada de su hijo, cómo sí yo pudiera hacerle eso a la mujer de mi vida y cómo sí alguna vez yo hubiese deseado tener una familia con él.