INVICTUS

Epílogo.

Edge Corporate Group & LuthorCorp, finalmente están fusionadas después de lo qué fueron largos meses de muchísimo trabajo e incansable lucha; viajando ambas entre Inglaterra y Estados Unidos, dónde están las sedes principales de nuestras compañías, además de tener qué auditar y coordinar a todas las subsidiarias regadas a lo largo y ancho del mundo para poder llevar a cabo nuestro sueño de unión; y es extremadamente satisfactorio haber terminado por fin con esta idea, qué hace tantos años nació y qué ahora con nuestra lucha y esfuerzo, es una realidad, nuestra realidad.

Recuerdo cómo Lena, mi hermosa esposa a la qué amo cada día más y yo, habíamos hablado de ésta fusión varias veces, y siempre muy entrada la noche, cuándo nuestros niños dormían plácidamente en cada una de sus habitaciones, mientras mi mujer y yo nos atrevíamos a soñar con unir, lo qué en algún momento del pasado fue realmente imposible de hacer y es estúpidamente doloroso recordar todas las desgracias qué sé desencadenaron debido ambiciones sin límites y negativas acérrimas, qué llevaron a nuestros padres irremediablemente hasta su completa desaparición; y ahora, casi parece una mentira qué hayamos logrado unir ambas compañías, justo cómo hace tantos años lo había intentado Morgan con engaños y demasiadas traiciones hacia los padres de mí esposa.

Aún me sigue molestando y sobre todo, me continúa decepcionando muchísimo lo qué mi padre fue capaz de hacer con tal de tener más, cuándo ya él tenía más qué suficiente. Pero es una suerte qué tanto Lena cómo yo, hayamos podido dejar todo lo malo atrás hace tantos años, porque de no haber sido así, jamás habría entendido lo qué era el amor, y me habría consagrado a obtener más de lo qué ya tenía, porque soy realmente muy buena en eso, pero luego de conocer a Lena, mí preciosa ojiverde, qué no se dejó vencer por las malas circunstancias qué le había tocado padecer con el asesinato de sus padres y luego todos eso años peleando casi al borde de la inconsciencia en el cruel Coliseo; y después de dejar a un lado mi dolor por la pérdida de Morgan, me di cuenta de qué sí en algo soy realmente muy buena, es en amar con todo mi corazón a Lena y ahora qué la fusión es un hecho, entiendo qué sólo fue posible porque está fundamentado sobre la inquebrantable base de nuestro amor entre Lena y yo, qué a pesar de los de los desencuentros y enormes problemas y malentendidos qué padecimos en el camino, ambas hemos sabido cultivar y cuidar poco a poco cada día qué vivimos juntas, y por fortuna nuestro amor se extendió a tal punto, qué la vida nos premió por nuestro esfuerzo y aún más por ser capaces de perdonar por completo, dándonos inesperadamente a Hope y luego nuestros hermosos gemelos; para qué en muchos años más, ellos puedan hacerse cargo del honroso derecho qué corre por sus venas de administrar The Krypton Corporated, el nuevo nombre qué adoptamos para nuestras compañías ahora qué por fin están fusionadas, nombrada así  en honor al planeta de origen de Supergirl, la superheroína favorita de todos nuestros niños.

Y aunque fue bastante largo y tan tedioso el camino para poder conseguirlo, sé qué vale absolutamente la pena compartir el mando, después de tantos años qué tuve sobre mi cabeza la enorme responsabilidad de ser la CEO de Edge Corporate Group, porque era un puesto muy solitario y aún más demandante, al qué por supuesto me dediqué siempre con todo el gusto y orgullo qué sentía por lo qué Morgan me dejó, qué fue absolutamente todo lo qué adquirió en vida cómo su única heredera, junto a todo el gran legado qué me dejaron mis difuntos padres; pero confieso qué con la llegada de cada uno de mis hijos, me dí cuenta de qué ser una as de los negocios y una persona de tanta importancia y poderosa relevancia tanto en Europa cómo en América, eso no era absolutamente nada comparado con pasar mis días y mis noches en la tranquilidad de mi hogar, escuchando las suaves risas de los niños corriendo de aquí a allá, haciendo sus travesuras infantiles por todo el enorme campo qué rodea Clarefield Manor, mientras me pierdo en el delgado y tan fuerte cuerpo de mi linda ojiverde, disfrutando de la acogedora sensación qué me embargaba cada vez qué sentía sus brazos arropando mi cuerpo con delicadeza sobre ella, mientras ambas observábamos con amor a los hermosos hijos qué vinieron a coronar nuestro amor.