22; un pequeño avance + los cuicos rancios

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Taeyeon estaba muy nerviosa, daba vueltas de un lado a otro frente a la estufa

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Taeyeon estaba muy nerviosa, daba vueltas de un lado a otro frente a la estufa.

Podrá ser ansiosa, pero no se caga de frío.

— Mamá, tranquila. — Doyoung le habló en voz baja — Todo va a estar bien. —.

— Eso quiero pensar pue', hijo. — le responde y detiene su caminar — Pero no sé cómo van a reaccionar, no quiero que... algo más pase. —.

— ¿Algo como qué? —.

— Mmh, no confío en él. — suspiró — Dijo que hablaría con calma, pero, ¿debo creerle eso? Ya viste como se alteró la otra vez. —.

— Sí, mamá, pero puede que las cosas no sean como te lo imaginas, y esto iba a pasar en algún momento, los chiquillos son grandes, ya entienden las cosas como uno, no se preocupe tanto, ¿ya? —.

Taeyeon asintió.

— Tienes razón, hijo mío, ya no los puedo seguir protegiendo como cuando eran niños, tengo que dejarlos tomar decisiones por sí mismos. —.

En ese momento se escucharon tres golpes en la puerta, Doyoung y Taeyeon se miraron unos segundos.

— ¿Voy por ellos? —.

— No, hijo, iré yo, tu ve a tu pieza tranquilo. — le sonrió.

— Bueno, en caso de cualquier cosa me golpea la puerta o por último me manda un whatsapp, yo me voy a cambiar de ropa porque Jaehyun ya viene en camino. —.

Volvieron a golpear, así que el hijo mayor se retiró para hacer sus cosas mientras que la dueña de casa se acercó a la puerta.

Inhaló y exhaló dos veces más, era hora de enfrentar sus mayores miedos.

— Hola, Tae. — Manuel sonrió — ¿Cómo estás? —.

— Bien. — contestó a secas — Pasa y siéntate en el comedor, yo llamaré a los chiquillos. —.

Manuel asintió y se adentró a la que fué su casa en el pasado, miraba la decoración con mucha atención, no se parecía en nada al lugar en donde alguna vez vivió.

Taeyeon caminó por el pequeño pasillo de las habitaciones, golpeó la puerta de Jeno, este le abrió inmediatamente.

— ¿Ya llegó? —.

Su madre asintió.

— Ya, ¿me veo bien? —.

— Ay, mi amor. — sonrió y acarició su cabello — Siempre te ves precioso. —.

— Gracias. — le sonrió de vuelta — ¿El Hyuck ya está allá? —.

— No, venía por él también. —.

Jeno cerró su puerta y golpeó donde su hermano.

Donghyuck abrió con el celular en una mano y un audífono colgando.

dale tu corte // chenji. 🇨🇱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora